Stellantis, el gigante automovilístico surgido de la fusión de Grupo PSA y Fiat Chrysler Automobiles (FCA), tendrá en su cartera de vehículos hasta 39 modelos electrificados en todo el mundo a finales de 2021, ya que todos los nuevos automóviles que lance al mercado hasta 2025 tendrán una variante de estas características. La operación será, además, “un escudo fantástico” para ambas compañías, incluido el mantenimiento del empleo, y permitirá crear sinergias estimadas en 5.000 millones de euros anuales, según anunció ayer el consejero delegado de la nueva compañía, Carlos Tavares.

“Nuestro compromiso en esta fusión es no cerrar ninguna planta como consecuencia de la fusión”, afirmó Tavares durante su primera rueda de prensa como primer ejecutivo del cuarto grupo mundial del sector del motor. “Lo que hubiera sido dramático para los puestos de trabajo –añadió– es que no hubiéramos podido fusionarnos”.