El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quiere terminar con la jubilación obligatoria, un mecanismo "anómalo" que impide que un trabajador pueda continuar trabajando voluntariamente más allá de la edad legal y que no existe en otros países europeos.

Durante su intervención en un foro sobre fondos europeos organizado por la escuela de negocios Deusto, Escrivá ha explicado que esta es una de la líneas de actuación para lograr acercar la edad real de jubilación (actualmente en los 64,5 años) a la edad legal (66 en 2020) y hacer sostenible el sistema de pensiones.

Asimismo, el ministro ha asegurado que también quiere modificar la jubilación anticipada, que "no está bien diseñada" y "no desincentiva suficientemente" dejar de trabajar dos años antes de la edad legal, así como actuar para premiar el retiro demorado, cuyo modelo es "muy imperfecto".

"Hay que incentivar a las personas que quieren trabajar más años, incluso recibiendo cierta parte de su pensión", ha apuntado, explicando que las encuestan muestran la disposición de los trabajadores a retrasar la salida del mercado laboral recibiendo en ese momento una cuantía "en un único pago".

"Sabemos que uno es pleno cuando está activo en el mercado de trabajo. (...) Sabemos que la mayoría quiere trabajar, se realiza más y es más feliz si sigue activa", ha dicho Escrivá, quien ha dejado claro que las políticas deben rediseñarse y las empresas trabajar en esa dirección, para aprovechar el talento sénior.