La 10 millones de euros inyectados en su filial portuguesa a través de una ampliación de capital en diciembre de 2019 y la búsqueda a finales del pasado año de un gestor y captador de ayudas públicas “para financiar investigación, mejoras en las instalaciones productivas y otro tipo de inversiones” en el “nuevo proyecto en marcha para la planta de fabricación de vacunas en Paredes de Coura” anticipaban lo maduro que estaba el siguiente paso en la expansión de Zendal. Aún así, los responsables de la compañía preferían hablar de él como uno de los muchos posibles. Faltaba el sello del consejo de administración. Cumplido ese último trámite, Zendal confirmó ayer la elección del norte de Portugal para seguir creciendo, como adelantó FARO en noviembre. En el parque empresarial de Formariz, uno de los dos recintos industriales de la localidad perteneciente al distrito de Viana do Castelo, empezaron ya las obras de la futura planta de “producción y envasado de vacunas víricas de salud humana” con la previsión de tenerla lista en diciembre de este mismo año. El país vecino ha puesto la alfombra a roja al plan, dotado con unos 15 millones de euros, aplauso incluido de su primer ministro, António Costa, ante el déficit en biotecnología que hasta ahora arrastraba la tenaz estrategia de Portugal para revitalizar su economía y el intento fallido en 2006 del entonces jefe del Ejecutivo, José Sócrates, de conseguir una primera fábrica de vacunas en el país en la zona de Coimbra.

“Llevamos muchos años trabajando con el objetivo de ser referencia internacional en biotecnología y salud. Poder crecer y ampliar fronteras es parte de ese proceso de crecimiento del que nos sentimos orgullosos, teniendo siempre como base central nuestro origen en Galicia”, explica Andrés Fernández, consejero delegado (CEO) de Zendal, para el que el salto al otro lado del Miño “es una oportunidad que nos permitirá reforzar nuestro papel como referencia en la fabricación de vacunas”.

El encargo en exclusiva para Europa de la producción del antígeno de Novavax y los acuerdos para otras dos vacunas más contra el coronavirus aún en fase de investigación dan alas al prometedor futuro de la compañía, que, en plena crisis, elevó en 2020 un 20% su plantilla. Supera los 350 empleados. La inversión en los dos últimos ejercicios para optimizar sus instalaciones asciende a 18 millones de euros y todas las miradas están puestas ahora en los fondos de reconstrucción europeos del Next Generation para apoyar la ampliación de una nueva planta de envasado y las infraestructuras productivas, tecnológica y almacenes para productos de salud humana y animal. La partida rebasa los 110 millones de euros. Zendal quiere crear entre los dos territorios “un polo biotecnológico”. “Estamos en un momento clave para la Eurorregión –añade Fernández– donde el polo Galicia-norte de Portugal puede ser la base de grandes proyectos biotecnológicos”.

“Esta inversión de Zendal sitúa a Portugal en una posición estratégica frente a crisis sanitarias, como la actual causada por el COVID-19, asegurando la implicación de toda la cadena de valor del sector salud”, destaca António Costa del proyecto, “que pone también en valor las competencias y habilidades portuguesas en una zona de alta intensidad tecnológica y con fuerte perfil exportador”. Es, según el alcalde de Paredes de Coura, el resultado “de dos años de duro trabajo en la captación de inversión, apoyados en las relaciones de confianza, la capacidad de respuesta y la rapidez institucional con el CEO de Zendal”. Vitor Pereira asegura que el Gobierno luso y su primer ministro “siempre ha acompañado el proceso y apoyado nuestros esfuerzos”. “Es una victoria para Paredes de Coura y un gran logro para la Eurorregión”, dice el regidor.