La histórica subida del precio de la luz en el mercado mayorista en este arranque del año golpeará con fuerza a más de 65.200 hogares gallegos que ya tenían dificultades para hacer frente al recibo. El alza afecta directamente a los clientes con tarifa regulada y ahí están todos los beneficiarios del bono social eléctrico y de su homólogo gallego: hogares con rentas bajas, pensionistas con prestaciones mínimas, familias numerosas, y trabajadores y autónomos muy afectados por el impacto económico del coronavirus.
Según datos del Operador del Mercado Ibérico (Omie), que gestiona el mercado diario e intradiario de electricidad en la península ibérica, el precio de la luz volvió a subir ayer por tercer día consecutivo (en este caso un 6,75%) hasta alcanzar una media diaria de 89,94 euros por megavatio y hora (MWh), cerca de los 94,99 euros del pasado viernes, la segunda cifra más alta de la historia tras los 103,76 euros del 11 de enero de 2002.
Los precios de la luz en el mercado mayorista siguen al alza en plena ola de frío pero el traslado a la factura que pagan los usuarios no se producirá con igual intensidad. Hay que tener en cuenta que el coste de la producción energética tiene un peso de poco más del 30% en el recibo (el resto son impuestos, peajes de transporte y distribución, subvenciones a las renovables y otros costes) y que aquellos hogares que están en el mercado libre de la electricidad pagan es el precio que les han ofertado las comercializadoras para un periodo determinado. Sí afecta directamente a los consumidores con tarifa regulada. Según el simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en los doce primeros días de enero el recibo de la luz para un consumidor con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y un consumo anual de 3.000 kilovatios hora acogido a la tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), alcanzaría los 55,30 euros, un 35,35% más que el coste de la factura para los doce primeros días de 2020. Y dentro de los usuarios con tarifa regulada están todos los beneficiarios del bono social, que tienen que acogerse al PVPC en su vivienda habitual para poder acceder a unos descuentos de entre un 25% y un 40%.
Las cifras
Según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica cerrados a octubre de 2020, en Galicia hay 65.239 beneficiarios del bono social eléctrico. De ellos, 48.476 son beneficiarios por criterios de renta; 11.559 por familia numerosa; 5.116 por ser pensionistas con prestación mínima y 88 por estar muy afectados por las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus. Todos ellos tendrán mayores dificultades para abonar el recibo al subir el precio justo cuando hay mayor consumo eléctrico por la ola de frío. Por provincias, en Pontevedra hay 21.516 beneficiarios de esta ayuda, mientras que A Coruña cuenta con 26.344, Lugo con 7.977 y Ourense con 9.402.
Los precios se han disparado por la caída de la producción de las renovables, el fuerte incremento de la demanda y la subida del precio del gas, que está marcando los precios en el mercado mayorista de la electricidad. Durante la borrasca Filomena (entre el 5 y el 12 de enero) fueron la energía nuclear y la eólica la que aportaron al sistema eléctrico casi el 45% (concretamente 44,27%) del total de la electricidad, según informó ayer el Foro de la Industria Nuclear, que recordó que las centrales funcionaron al cien por cien de su potencia. Estas dos fuentes de energía, junto con la hidroeléctrica, la solar y otras renovables, facilitaron que casi el 70 por ciento (67,99%) de la electricidad generada en estos días no emita gases de efecto invernadero.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, consideró ayer como algo “puntual” la subida del precio registrada en los últimos días y aseguró que el Ejecutivo estatal trabaja para que la electricidad siga “abaratándose”.
