El proyecto de Mina do Barroso, que busca extraer litio a tan solo 30 kilómetros de la frontera con Ourense, ha dado un salto de gigante. Pendiente todavía de obtener los permisos necesarios por parte del Gobierno luso para poder iniciar la actividad, la dueña de la futura explotación, Savannah Resources, anunció ayer la entrada en el capital de su filial en Portugal de la petrolera Galp. La compañía energética ha pactado el desembolso de 6,4 millones de dólares (unos 5,25 millones de euros al cambio actual) para hacerse con un 10% del proyecto, para el que además dispondrá de forma preferencial de aproximadamente la mitad de la producción anual, unas 100.000 toneladas de producto. “Estamos encantados de que Galp se una a este viaje”, anunció el CEO de la británica Savannah, David Archer, que explicó que el “conocimiento y experiencia” de Galp de cara a la mina “serán incalculables”.
Galp ha diversificado su cartera de activos en los últimos años, iniciando una transición hacia energías más “limpias” que le valió el reconocimiento por parte de la Climate Disclosure Project (CDP) al “representar con mayor eficacia las mejores prácticas actuales en relación con el cambio climático”. “Nos complace que hayan reconocido a Savannah como un socio con objetivos similares”, destacó Archer a través de un comunicado en el que también señaló a la compañía lusa como “una de las empresas europeas líderes en el ámbito de la energía y las energías renovables con un compromiso con la transición energética y una gran experiencia en el desarrollo de proyectos de gran envergadura como este”.
El acuerdo alcanzado entre ambas firmas supone que Galp asegura una participación del 10% en las subsidiarias portuguesas de Savannah que son propietarias de Mina do Barroso a través de los 5,25 millones de euros, que serán empleados en avanzar el estudio de viabilidad definitivo. Además de sumar una importante “transferencia de experiencia” por parte de Galp, la firma británica también se aseguró un primer comprador: ambas compañías negociarán “un acuerdo de compra de hasta 100.000 toneladas anuales de concentrado de litio”, lo que a juicio de Savannah “representa un paso significativo en la comercialización” de su producto.
Para Savannah, “la presencia estratégica y la experiencia de Galp en el sector energético de Portugal y Europa serán de gran beneficio para impulsar la producción del proyecto”. “El proyecto proporcionará un catalizador para el desarrollo en Portugal de nuevas industrias potenciales en la parte intermedia y ascendente del ecosistema de baterías de iones de litio de Europa”, añadió el CEO, David Archer.
La mina de litio de Savannah ocupa casi 9 kilómetros cuadrados y está situada en la localidad de Boticas (distrito de Vila Real). Con la intención de contribuir en 437 millones de euros al PIB luso y generar 1.200 millones en exportaciones de litio (según la Universidade do Minho), el inicio de la Mina do Barroso está hoy pendiente de la Agência Portuguesa do Ambiente, que solicitó más datos para otorgar el permiso ambiental.
En una entrevista con FARO publicada a mediados del pasado mes, el CEO de la minera destacó que esperan iniciar la explotación de la mina en 2022 y que Galicia y sus empresas “también sentirán el impacto positivo” del proyecto.
Galp, por su parte, anunció recientemente que pondrá fin a su refinería de Matosinhos (a 150 kilómetros de Vigo) este año y el Gobierno luso ya baraja la instalación en la zona de una gigafactoría de litio para baterías de coches, el principal destino que tendrá este producto tan demandado. La compañía sueca Northvolt suena como el principal socio para llevar a cabo el proyecto.
