Por mucho que se esperara, porque todos los movimientos apuntaban a eso, el golpe duele mucho en una comarca lastrada por la falta de relevo a la vieja industria y en un sector, el eólico, que pierde otro de los símbolos de su antiguo liderazgo en Galicia. Siemens Gamesa confirmó ayer que su planta de As Somozas, donde trabajan 215 personas, tiene los días contados. Lo mismo que su otra factoría de Cuenca (Castilla-La Mancha), con 51 efectivos, con el pretexto de la batería de medidas impulsadas en la multinacional liderada por la alemana Siemens tras su polémica fusión en abril de 2017 “para mejorar la competitividad, principalmente en el negocio de onshore y ser rentable de forma sostenible”, según la nota de prensa publicada con su “ajuste de capacidad industrial”.

En su último ejercicio fiscal que va de octubre de 2019 a septiembre de 2020, la compañía perdió en 918 millones. Los responsables de Siemens Gamesa aseguran que la fábrica de As Somozas no tiene “ningún pedido confirmado” en España para el modelo de pala que produce y “no hay previsión de que haya ningún proyecto” con ella en un contexto de claro revulsivo en el sector eólico. “No existe demanda”, incide, por el desfase tecnológico frente a las actuales necesidades de los promotores. Además, la empresa esgrime “la imposibilidad” de fabricar “de manera competitiva los modelos más grandes que demanda el mercado y para los que sí admite “una demanda significativa en los próximos años” “porque “sus costes son mayores a los de otras fábricas” y “por limitaciones de espacio y de transporte”.

Gobierno central, Xunta y la administración de Castilla-La Mancha lamentaron y expresaron “su rechazo” al anuncio de Siemens Gamesa de cerrar sus plantas “en un momento de expansión del sector en España” en un comunicado conjunto donde da “todo su compromiso” para buscar soluciones.