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Sanidad, empleo en el hogar y energía elevan la contratación de fijos en plena pandemia en Galicia

En Galicia se contrataron 250 médicos de familia en 2019, principalmente, dos de cada tres, para actividades sanitarias. El resto se distribuye a partes iguales entre tareas de la administración pública y la atención a la dependencia. Es un perfil profesional claramente al alza. Desde 2017, la contratación en esta especialidad de la Medicina aumentó un 42% en la comunidad y supera con creces las demandas de trabajo, lo que, según la Consellería de Emprego e Igualdade, “indica una muy buena perspectiva de empleo”. La de los médicos de familia es la primera de las casi cuarenta ocupaciones con mejor comportamiento en el último informe del Instituto Galego das Cualificacións sobre el mercado laboral autonómico, condicionado cada vez más por los “continuos cambios” y una evolución “dentro de un contexto global y flexible” al amparo de las innovaciones tecnológicas y “un concepto de empresa 4.0”. El propio organismo admite que algunas de las tendencias detectadas en 2019 pueden aletargarse e, incluso, dar un giro de 180 grados por “los últimos acontecimientos relacionados con la crisis sanitaria del COVID-19”. “Un ejemplo –destaca– de cómo el mercado de trabajo puede experimentar una fuerte transformación a corto y medio plazo”. Salvo algún puesto muy especializado, será difícil ver en la futura actualización con los datos de 2020 lugares destacados para la hostelería, que abandonó su histórico liderazgo en la contratación en Galicia. Sí estará la sanidad entre las ocupaciones posiblemente beneficiadas en el contexto de pandemia, una de las que, en conjunto con la asistencia social, menos recortó la contratación e incluso aumentaron los indefinidos, como también sucedió en el empleo en el hogar y en el suministro de energía y gas.

Evolución del total de los contratos formalizados en Galicia

El freno económico provocado por el coronavirus era un lastre demasiado pesado para repetir en Galicia otro récord en el número de contratos. Iban cinco años consecutivos batiendo máximos históricos. Desde el cierre de la anterior crisis, el número no paró de crecer, hasta situarse por encima de los 1,086 millones en 2019. El impulso tenía truco. Nunca antes en la comunidad hubo tanta temporalidad en el empleo. En ese último techo de hace dos años, el 91,7% de todos los contratos firmados fueron eventuales. Ni tampoco existen precedentes del volumen de las jornadas parciales, que se dispararon un 118% desde 2009 y representaban más del 36% de la contratación hasta la llegada de la pandemia.

El mercado laboral regional atenúa la temporalidad

Con muchas de las actividades que más recurren a ocupaciones por horas o días en la picota a causa de las restricciones impuestas para controlar los contagios, una economía sin acabar de coger el ritmo habitual por los rebrotes y la incertidumbre respecto al corto y medio plazo, el mercado laboral regional atenúa la temporalidad. Frente a una caída global del 31% en los contratos –fueron 749.217 el pasado ejercicio, 336.904 menos que en 2019–, las jornadas parciales se desplomaron un 37%. Los eventuales por circunstancias de la producción, siempre mayoritarios, bajaron un 36%. Los de obra o servicio disminuyeron un 26%. Los indefinidos, en cambio, se redujeron un 23,6% y un 24,3% las conversiones de temporales en fijos. El recorte más contenido entre ellos ha hecho que los indefinidos ganen cuota en el total de los contratos en Galicia, quedándose cercanos al 10%, algo que no sucedía desde hace doce años.

Solo el empleo doméstico aumentó la contratación en 2020 dentro de los grandes grupos de ocupación. Firmó 10.532 contratos, un 5,9% más que el año anterior. Es, además, una de las tres actividades que incrementó el volumen de indefinidos: un 2,5% (4.098), según los datos suministrados por Emprego al Instituto Galego de Estatística (IGE). Los contratos fijos en actividades sanitarias y servicios sociales crecieron un 5,6% (4.525) y un 7,6% en suministro de energía y gas (79).

Las mayores mermas están en la hostelería y las actividades artísticas, recreativas y de ocio, ambas categorías con descensos muy superiores al 45% e igualmente retrocesos muy abultados en el total de la contratación, incluidos los temporales: un 59% y un 61%, respectivamente. La industria manufacturera releva a la hostelería a la cabeza de número de contratos, pese a que descienden también en su caso un 11% y un 28% los indefinidos.

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