El fabricante francés de neumáticos Michelin anunció ayer que llevará a cabo un plan para mejorar su competitividad en Francia en el que incluye la posibilidad de despedir hasta 2.300 empleados durante los próximos tres años.

De esta cifra, 1.100 puestos corresponderían a oficinas y los otros 1.200 se realizarían en fábricas, según explicó la compañía gala a través de un comunicado. Su intención es que el 60% de estos despidos se realice a través de prejubilaciones de trabajadores elegibles y el resto se produzca como ceses voluntarios “respaldados por el grupo”. También contempla la posibilidad de realizar reubicaciones.

El fabricante galo concretó que se trata de un plan de tres años para mejorar el rendimiento de sus operaciones tanto en sus fábricas como en sus oficinas. De hecho, prevé aumentar su competitividad en ambas áreas hasta en un 5% al año.

En el comunicado, además, descarta el cierre de sus centros de producción en Francia y reafirma sus “ambiciones” de desarrollo en el país galo “consolidando” su “posicionamiento en la categoría de neumáticos premium y de especialidad” al mismo tiempo que continúa buscando nuevos espacios de negocios de “alto valor agregado” en Francia, como son el desarrollo de sus servicios, de materiales sostenibles, en la transición energética o en el reciclaje.

Para acometer este plan, Michelin avanzó que realizará “los gastos de capital necesarios” para modernizar sus operaciones en sus centros de trabajo, así como para mejorar “la calidad de la vida laboral”, enfocándose en aspectos como la automatización y la digitalización.