La carrera por la palabra de 2020 estaba reñida. Había candidatas de sobra y a la altura del tremendo giro en medio mundo por culpa del Covid-19. “Coronavirus” tenía, de hecho, todas las de ganar, pero al final la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) optó por “confinamiento”, el término que “ha marcado buena parte de los meses” en el recién despedido año entre todas las medidas impulsadas para frenar la crisis sanitaria y que “han cambiado radicalmente nuestra forma de vivir y hablar”. La Real Academia Galega (RAG) rescató “algo bueno de un año complicado” en su elección. Se decantó por “nós” , colocando la primera persona del plural como símbolo del optimismo y la colectividad fundamentales en la salida del túnel. En el golpe de la pandemia a la economía no faltaban tampoco aspirantes de peso.
Desde la caída histórica del Producto Interior Bruto (PIB) en tiempos de paz al papel de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para salvaguardar la ocupación lo máximo posible durante las restricciones de la actividad. La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) apostó, sin embargo, por otra de las magnitudes que pasarán a la historia. Coincidiendo con la etapa más dura del confinamiento, la tasa de ahorro alcanzó en el segundo trimestre un nivel inédito en España: el 22,5% de la renta disponible. Los depósitos en Galicia rozaron los 71.000 millones de euros tras un alza de 3.711 millones (un 5,5%) respecto a abril. Y se mantiene la tendencia, aunque ya mucho más moderada y solo en el caso del sector privado, donde se concentra la mayoría del ahorro.
Hogares y empresas de la comunidad sumaron otros casi 200 millones de euros en depósitos de entidades financieras durante los meses de la desescalada y el verano, lo que supone un ascenso del 0,3% y un nuevo récord: 67.616 millones de euros. El ahorro de las administraciones gallegas, en cambio, descendió un 9%, hasta los 3.240 millones de euros, según los datos que acaba de publicar el Banco de España. Al cierre del segundo trimestre el sector público de la región guardaba 3.561 millones. A pesar de que su peso es claramente menor al de las familias y las compañías, su caída explica el ligero descenso del 0,2% en el ahorro total de Galicia, situado a finales de septiembre en 70.856 millones de euros.
En el conjunto del país, el ahorro privado se mantuvo muy estable en un contexto de dificultades económicas para muchos ciudadanos. Además de Galicia, los depósitos de hogares y empresas subieron en otras ocho autonomías, especialmente en La Rioja (1,6%), Cataluña (1,4%) y Cantabria (1,3%). Del otro lado destacan Andalucía, con una merma del ahorro privado del 1,8%; seguida de País Vasco, donde disminuyó un 1,4% al concluir septiembre; y Ceuta, Canarias y Aragón, las tres con una bajada alrededor del 1%.
“El ahorro del segundo trimestre fue un ahorro forzoso, resultado de la imposibilidad material de consumir debido al confinamiento y al cierre de numerosas actividades económicas, no de una decisión deliberada de los ciudadanos de contener su gasto”
“Muchas personas sufrieron una reducción drástica de sus ingresos y perdieron toda capacidad de ahorro –añade–, pero la mayor parte mantuvo su puesto de trabajo y sus ingresos, lo que explica el incremento sin precedentes del ahorro familiar”. Que se haya mantenido en los mismos niveles en el tercer trimestre evidencia más de lo mismo y que el verano tampoco fue un periodo de desembolso masivo por parte de la población.
El crédito creció igualmente con fuerza entre abril y junio gracias a las líneas de financiación habilitadas por el Gobierno con aval del ICO para blindar el tejido productivo. En Galicia aumentó en 2.572 millones de euros, un 6,1%, hasta los 44.764 millones. En el siguiente trimestre el alza fue del 3,1%, con 1.383 millones más. Pero aquí sí fue fundamental el comportamiento del sector público. Las administraciones dispararon sus préstamos en la comunidad un 32,7%, como recoge el último balance del Banco de España. Su saldo creció en 1.158 millones de euros, hasta los 4.700 millones, con motivo de las medidas extraordinarias por la crisis. El del resto de sectores residentes se incrementó en solo 226 millones, un 0,5%.
Galicia en este caso fue uno de los pocos territorios con ascensos del volumen de crédito concedido a familias y empresas junto con Ceuta (1,6%) y Baleares (0,1%). El global de préstamos en el Estado descendió un 1,6%. En cuatro regiones (Navarra, Extremadura, Asturias y Cataluña) la caída superó el 2%.
