No es nuevo que Inditex cierre tiendas. De hecho, en lo que va de este ejercicio fiscal son 272, con un récord de 140 en el tercer trimestre. Y eso, la velocidad, sí que cambia. La pandemia ha acelerado el plan de reestructuración previsto por el gigante gallego de la moda para ajustar su superficie comercial a las nuevas necesidades del mercado y el tirón del online. En junio, cuando la compañía presentó los primeros números rojos de su historia por culpa del parón del coronavirus, avanzó ya su intención de bajar la persiana a entre 1.000 y 1.200 puntos de venta, básicamente las tiendas más pequeñas para potenciar sus flagships. La primera ronda de cierres entre enero y abril del próximo año se llevará por delante 79 establecimientos en España, de los que cuatro están en Galicia, donde el grupo presidido por Pablo Isla se ha comprometido a recolocar a 33 empleados.

Son tres tiendas de Massimo Dutti (en los centros comerciales de Marineda en A Coruña, Ponte Vella de Ourense y As Termas de Lugo) y un Stradivarius en As Cancelas (Santiago). CCOO y UGT sellaron un acuerdo a finales de la pasada semana para el personal de estas tiendas y los 785 afectados por las clausuras del resto del país. El traslado será, como máximo, de 25 kilómetros, priorizando las posibles vacantes en localidades cercanas y en caso de cambio de domicilio se dará una compensanción de 3.000 euros.