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La UE plantea dar a Londres 160 millones en cuotas y el sector estalla: “Un error histórico”

La oferta de Barnier incluye un período de seis años de transición | EUFA cree que es un “gran golpe al sector” y Cepesca opina que la UE “está apunto de traicionar a la pesca”

El negociador comunitario, Michel Barnier, durante su intervención en el Parlamento Europeo esta semana. | // OLIVIER HOSLET

Acelerón en las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea por el Brexit. El equipo comunitario encargado de las conversaciones, capitaneado por el francés Michel Barnier, ha presentado una “oferta final” a Londres en el terreno de la pesca, el escollo principal en estos momentos y el más delicado en los últimos meses para que se produzca un acuerdo.

  • Barnier lanza una "oferta final" a Londres por la pesca: 160 millones de euros en cuotas
    La propuesta afecta a cupos de caballa, arenque o lenguado

Fuentes cercanas a la negociación han trasladado a FARO que Bruselas está ofreciendo un período de transición de seis años que posibilitaría el mantenimiento del acceso a aguas de las flotas de ambas partes y una negociación posterior, a los que añade un oferta de cuotas de las especies que los barcos comunitarios capturan en aguas británicas: 160 millones de euros, es decir, hasta un 25% de las posibilidades de pesca en juego y que afectan principalmente a especies pelágicas como el arenque o la caballa y a otras demersales como el lenguado. El planteamiento, que trascendió ayer al sector, levanta ampollas entre la Alianza Pesquera Europea (EUFA) y la patronal española Cepesca. Los primeros se pusieron en contacto con los ministerios de Pesca de los nueve países que representan (incluido el español) y enviaron cartas rogándoles una intervención, mientras que los segundos fueron tajantes: “La UE está apunto de entregar la pesca y traicionar al sector”.

La propuesta de Barnier se perfiló el viernes y ayer comenzó a filtrarse en el ámbito comunitario ante la fecha límite para alcanzar un pacto, fijado por la Eurocámara para esta medianoche (dado que de ser más tarde no daría tiempo a su ratificación para enero). El negociador trasladó la oferta a los llamados sherpas, diplomáticos asignados por cada Estado miembro para seguir de cerca la negociación. Sin embargo, no todos los países estaban al tanto, ya que según informaron a este periódico las mismas fuentes solo fueron consultados los estados afectados de forma más directa: Bélgica, Irlanda, Holanda, Dinamarca y Francia.

La industria urge la intervención de Sánchez y Planas a través de una misiva

Los 160 millones en cuotas capturadas por los barcos comunitarios en aguas británicas suponen un salto frente a los 100 planteados por Barnier con anterioridad y que equivalían a entre un 15% y un 18% de los cupos frente al 25% actual. Esta concesión del lado comunitario, sin embargo, sigue muy alejada de las peticiones de Londres, que aspira a retener al menos un 60% de las posibilidades de pesca (valoradas en su conjunto en 637 millones anuales), es decir, más del doble de lo que le ofrece Bruselas.

Los primeros cálculos de la EUFA sitúan el impacto directo de la medida en el caso de España y su flota de un 5%, aunque serían países como Francia (que cuenta también con barcos gallegos abanderados con la tricolore) los que se llevarían la peor parte (más de un 20% en este caso).

Más allá de las cuotas, que ya de por sí preocupa mucho a la flota comunitaria, lo que supone un problema mayor es el periodo de transición de seis años, que según algunas fuentes en un principio llegó a ser de diez y luego ocho. Durante este tiempo se permitirá el acceso a aguas, pero una vez superado habría que volver a negociar un acuerdo, una situación que impide a las empresas tener un horizonte temporal amplio y claro.

Si bien todavía no se conoce una repuesta por parte de David Frost y su equipo, fuentes británicas consultadas por Efe recalcaron ayer que las posturas permanecen “muy distanciadas” en las negociaciones y que hay “significativas cuestiones pendientes” sobre pesca y subsidios, por lo que el resultado “más probable” es no lograr un acuerdo. Sea como fuere, en la EUFA también existe el miedo de que la oferta de Barnier se amplíe ante una negativa de Londres.

DURO

Cierre y patrulleras

El inicio de las conversaciones no fueron buenas, con Londres apostando fuertemente por un cierre total a todo barco comunitario y el despliegue de una armada para controlar sus aguas y vigilar que ningún barco de pesca entrase.

Cierre y patrulleras

UNIÓN

Planteamiento firme

Desde el principio, Estados miembro, sector y el propio Barnier estuvieron alineados en no ceder en el terreno de la pesca. Para proteger sus reclamaciones, la industria de nueve países de la UE constituyó la Alianza Europea de Pesca (EUFA).

Planteamiento firme EUFA

IMPOSIBLE

 “A la noruega”

Un acuerdo a la noruega, país que forma parte del área de libre comercio, asomó en las conversaciones también para la pesca durante el mandato de Theresa May, lo que implicaría negociaciones anuales de cuotas conjuntas, algo que la UE rechazó.

Imposible, a la noruega Vickie Flores

MERCADEO

Baile de millones

En la recta final, y ante la próximidad de la fecha de salida efectiva de Reino Unido de la UE, se inició un mercadeo de las cuotas en juego, con Londres solicitando hasta el 80% y la UE ofreciendo al principio no más del 18% (100 millones).

Mercadeo, baile de millones Efe

Reacciones

La propuesta del negociador comunitario revolvió ayer a toda la industria y a los Gobiernos más afectados. En España el sector se citó con la secretaria general de Pesca, la gallega Alicia Villauriz, en un ambiente de “nerviosismo” y “mucha preocupación”. Para la patronal pesquera la oferta supone un “error histórico”, como lo calificó el secretario general de Cepesca, Javier Garat. A su juicio este es “un momento crucial” en el que “las empresas afectadas” se irían “a la ruina” de salir adelante el planteamiento comunitario. “Todavía están a tiempo de reaccionar. Como decía Barnier, no se debe de sacrificar el futuro por salvar el presente”, indicó Garat. La Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) también se sumó a las protestas de la patronal.

Del mismo modo opinó el presidente de la EUFA, una alianza de la industria del sector de España, Francia, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Dinamarca, Irlanda, Suecia y Polonia, cuyas flotas realizan en aguas británicas el 40% de sus capturas. “Nuestra industria está literal y metafóricamente al borde del abismo y, a pesar de las repetidas promesas hechas, estamos a punto de ser vendidos con la oferta hecha al Reino Unido por la Comisión Europea”, criticó el holandés Gerard van Balsfoort, que a través de una nota estimó que la oferta de Barnier “es igual de mala” que en caso de un no acuerdo y que “supondría un gran golpe para el sector pesquero europeo”. “Esta es una bofetada desesperada y potencialmente el mayor y más catastrófico revés de nuestro tiempo”, sentenció van Balsfoort.

Tras esta primera reacción, la EUFA se movió con los Gobiernos de los países a los que forman parte para alertar de la situación a través de una carta. “En nombre de miles de pescadores de la UE, les pedimos que se mantengan firmes y no estén de acuerdo con lo que la Comisión Europea ha propuesto al Reino Unido como un posible resultado para la pesca. Hacerlo sería un clavo de muerte para la industria pesquera europea”, suplicó la Alianza en las misivas, que en el caso español fueron enviadas al ministro de Pesca, Luis Planas, y al presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

El Parlamento británico critica a su Gobierno por la negociación

El comité del Parlamento británico encargado de analizar la futura relación entre Reino Unido y la Unión Europea ha amonestado al Gobierno británico por su “falta de preparación” a la hora de emprender una nueva etapa con el bloque europeo. El Comité para la Relación Futura con la UE considera “decepcionante” que algunas decisiones “se hayan retrasado tanto”, como el asunto de la frontera irlandesa. “Los ciudadanos de Irlanda del Norte se merecían conocer mucho antes los términos comerciales dentro de su propio país”, según las conclusiones, que también alertan de la merma en accesos a bases de datos en temas de seguridad.

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