La segunda ola del COVID-19 en los países de la eurozona supone un “considerable riesgo” para la evolución de sus economías y obligará a adoptar nuevos estímulos para la recuperación, advirtió ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI). Las políticas fiscales nacionales, que hasta ahora han sido “una defensa vital contra la pandemia”, necesitarán “dar un amplio apoyo durante un tiempo más largo del previsto inicialmente”.