Las negociaciones para el futuro convenio del metal de la provincia de Pontevedra se reanudaron ayer en Vigo con la esperanza, al menos por la parte empresarial, de sellar un preacuerdo. Pero no fue posible. “Seguimos igual que como entramos”, resumieron desde Comisiones Obreras. “Las posiciones están un poco alejadas, pero desde la parte empresarial confiamos cerrar la negociación de manera definitiva el día 1”, expusieron fuentes de la patronal. La oferta de las empresas pasa por una congelación de los salarios para el ejercicio en curso, y un aumento del 1% para 2021. Las centrales sindicales consideran “insuficiente” este planteamiento.

“Nosotros ponemos como condición indispensable modificar el artículo relativo a empresas de trabajo temporal, para que se puedan utilizar en las empresas con alto nivel de contratación indefinida, y además articularemos un sistema para regular el acoso sexual”, añadieron las mismas fuentes. Ambas partes retomarán las negociaciones, suspendidas durante gran parte del año como consecuencia de la pandemia, el próximo lunes. El convenio del metal de Pontevedra es el de mayor envergadura de Galicia, ya que afecta a unos 30.000 trabajadores.