La primera mujer que preside el Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia es Lina Solla Sanmartín. Ayer hizo historia por ello, como también por convertirse en la primera líder de este órgano que no representa al sector productor, con derecho a 6 representantes en un pleno de 12 vocales. Ella era la candidata de la Asociación Gallega de Depuradores de Moluscos (Agade), a la que corresponden 3 miembros, perteneciendo los otros 3 a conserveras y cocederos. Por eso siempre fueron bateeiros los que llevaron el peso, entre ellos Francisco Alcalde, el presidente saliente.
–Tiene usted una oportunidad de oro para transformar el consenso que se ha alcanzado en torno a su figura y canalizarlo en pro del futuro del sector.
–Y es una enorme responsabilidad que me llena de orgullo. Me presenté al frente de la lista de Agade y no esperaba convertirme en presidenta del Consello. Cuando me lo plantearon me negué. Finalmente acepté, al ver que me apoyaba el conjunto del sector y que tanto productores como depuradores, conserveros y cocederos insistían en que fuera la presidenta. El hecho de ser una candidata de consenso me animó y me hizo enorme ilusión. Me convencieron y me decidí porque creo que se lo debo al sector, porque el sector también me aportó mucho a mi. Y cuando hablo del sector hablo de todos los que vivimos y comemos del mismo, por eso debemos estar unidos y trabajar juntos.
–Aboga por “estar unidos y trabajar juntos” ¿Es esa la clave? ¿Se basa todo en el consenso?
–Desde luego. Debemos salir adelante unidos, dialogando y remando todos en la misma dirección para conseguir un futuro mejor.
–¿Qué futuro?
–Un futuro en el que estemos todos, por eso nuestro primer gran objetivo debe ser incorporar a los productores y empresas que aún están al margen del Consello. Son cada vez menos, ya que el anterior equipo y su presidente, Francisco Alcalde, hicieron un enorme esfuerzo integrador. Pero también hay que contar con quienes están aún “por fuera” y convencerlos para que se sumen a este proyecto.
–¿Cómo lo hará?
–Con diálogo. Para que entre todos podamos cambiar ciertas cosas y asegurar la máxima calidad de nuestro producto. La DOP ya la ofrece ahora, pero debemos dar un paso más para garantizar la excelencia de todo el mejillón que lleve nuestro sello y sorprender de verdad al consumidor. Todos sabemos que todo el mejillón de nuestras bateas es gallego, pero el que lleve la marca DOP Mexillón de Galicia tiene que ser diferente. Y al mismo tiempo debemos buscar el modo de diferenciar ese otro molusco que no lleva el sello pero es igualmente autóctono.
–No parece fácil
–Hay que pensar que no se empezó a certificar producto hasta el 10 de agosto, pero todo el que se vendió antes de esa fecha también era de Galicia, y sin embargo no tenía el aval de nuestra marca. Por eso hay que ver el modo de identificar ese producto que sale igualmente de nuestras rías. No podrá ser Mejillón de Galicia, pero podrá haber otra fórmula, nombre o imagen que debemos encontrar entre todos para indicar que también es fruto de nuestras rías. Lo que está claro es que tenemos que pensar en el mañana y los hijos y bateeiros que vendrán. Y si tenemos un producto fantástico en nuestras rías lo que tenemos que hacer es explotarlo y producir mejor implicando a todos.
–¿Hay alguna fórmula para ello? ¿Qué pretende hacer?
–Repito que la solución es implicar a todos, y esto también se consigue premiando e incentivando al productor para que apueste por cultivar mejillón de calidad. Ojalá pronto podamos estar todos dentro del Consello para así tomar decisiones conjuntas y de futuro. Lo que deseo, sobre todo, es que el sector esté tranquilo. Claro que tiene que haber cambios, porque si hay gente aún “por fuera” es porque demanda esos cambios, y por tanto habrá que buscar el modo de satisfacer a todos para lograr la plena representatividad. Solo puedo decir que vamos a recibir a los que vengan con los brazos abiertos, haciendo entre todos un Consello plural que nos ayude a mejorar y a garantizar un futuro de prosperidad.
