Las bolsas de todo el mundo bailaron el pasado lunes, eufóricas tras el anuncio de la farmacéutica Pfizer y su socia alemana BioNTech con los resultados del primer análisis intermedio de su vacuna contra el coronavirus en la fase 3, la última antes de solicitar la homologación. “Eficaz –avanzaron– en un 90%”. Queda la publicación formal de los resultados, pero a los inversores les parece una razón suficiente para suavizar el pesimismo en la evolución de la economía por culpa de la pandemia. En la sede central de Zendal en O Porriño la noticia aligera también la pesada carga de ser el centro de atención por el acuerdo con Novavax para la producción industrial en Europa de su antígeno. “Ahora tenemos menos presión. Ahora que tenemos una vacuna con resultados preliminares tan buenos no sientes que el mundo depende de ti. Ahora es un proyecto más”, confesaba ayer el consejero delegado, Andrés Fernández, en el programa “Galicia por diante” de la Radio Galega, donde confirmó la creación de una sociedad en Portugal, adelantada ayer por FARO, con vistas a su expansión allí.
La filial Zendal Portugal se constituyó el 30 de mayo del pasado 2019, según la información a la que tuvo acceso este periódico. Es una sociedad unipersonal limitada para la fabricación de productos farmacéuticos. La sede social está en Paredes de Coura, el lugar elegido para abrir una planta de vacunas para la que incluso se busca un gestor de proyectos de inversión e innovación desde octubre. El grupo mantiene que todo está en una etapa muy incipiente. Y en esa misma día insistió ayer Andrés Fernández. “De momento, no tiene contenido, el futuro dirá –explicó–. Tenemos planes de expansión tan lejos como podamos expandirnos”. A falta de los detalles de ese posible “contenido”, la biotecnológica ya realizó en diciembre de 2019 una ampliación de capital que dejó la caja de Zendal Portugal con más de 10 millones de euros.
“La Xunta seguirá trabajando con el grupo Zendal en su proceso de ampliación en Galicia”, apunta la Vicepresidencia segunda y Consellería de Economía, Empresa e Innovación. El proyecto para O Porriño forma parte del primer listado de 108 iniciativas presentado al Gobierno para captar fondos del Next Generation. Son 111 millones de euros, según el departamento que dirige Francisco Conde, para “nuevas plantas productivas o un nuevo centro de alta tecnología”.
El delegado de la Zona Franca de Vigo remitió ayer una carta al consejero delegado de Zendal para felicitarle por los éxitos y pedirle una reunión “para mostrar nuestro apoyo a su proyecto y poner a su disposición todas las vías de colaboración y herramientas” del consorcio “para fortalecer el tejido empresarial del área de Vigo y de Galicia”. “Incluso para dar apoyo a sus proyectos de expansión –añade David Regades– y que conozcan las ventajas de que realicen su crecimiento en nuestro país”.
“Nos están llegando un montón de mensajes y no estamos viendo las señales”, advierte Jorge Cebreiros. El presidente de la patronal de Pontevedra cree que hay razones para “pelear” porque la nueva fábrica de Zendal se haga en Galicia, “siempre desde el respeto a los planes de la empresa”. Cebreiros apela a “agilizar la tramitación administrativa” para evitar situaciones como esta. “Portugal ha ido por delante –remarca–. Es un mensaje para todas las administraciones: es hora de tomar decisiones”.
El grupo asegura que va en plazo con Novavax y hace contrataciones nuevas “todos los días”
Para el grupo Zendal trabajan ahora mismo 317 personas. “Si no me confundo porque estamos contratando todos los días”, explicaba su consejero delegado en la intervención en la Radio Galega. Y así seguirá porque la contratación prevista para este año es “mucha”, especialmente de técnicos de producción “con titulación de FP2 en Laboratorio o cosas similares”. Si nada se tuerce, Andrés Fernández confía en completar los cuatro lotes previstos para este año en el encargo de Novavax. Son por ahora la única firma seleccionada para la fabricación en Europa de la vacuna de la multinacional estadounidense. “Seguimos con la transferencia tecnológica –indica–. Vamos en plazo”. Ante lo mucho que se habla estos días de la necesidad de que la vacuna se conserve a -70 grados centígrados, Fernández admite “una dificultad añadida” pensando “en los centros donde se va a administrar”. “Probablemente en el primer mundo sea más fácil de resolver, pero en otros países puede ser un problema bastante grave”, indica, apelando a esperar los resultados definitivos para saber si es posible conservarla a la temperatura estándar de las vacunas (entre 2 y 8 grados) durante “un tiempo prudente” para facilitar su distribución. “Son cosas pendientes de resolver”, señala.
