Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alemania ultima el auxilio a la naviera Aida para blindar la cartera de su mayor astillero

La firma de cruceros, de capital norteamericano, necesita 400 millones de euros de fondos Covid | Tiene cuatro buques encargados a Meyer Werft, presupuestados en 3.200 millones

Instalaciones de Meyer en Papenburg, antes de la botadura del último crucero de la clase Celebrity. | // MEYER WERFT

Han sido de momento cinco las empresas alemanas auxiliadas por el fondo de estabilización económica (Wirtschaftsstabilisierungsfonds, WSF) armado por el Gobierno de Angela Merkel para paliar los efectos del Covid-19. Son estas: Lufthansa, FTI Touristik, TUI AG, MV Werften y German Naval Yards Kiel. Las dos últimas son compañías de construcción naval. En suma, las cinco han ingresado 6.460,1 millones de euros procedentes de un programa homólogo al español Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, que de momento solo ha aprobado, por 475 millones, el rescate de Air Europa. A las puertas del WSF ha llamado ya una sexta empresa,vinculada también al naval. Al buque insignia de esta industria en Alemania y a uno de los mayores astilleros del mundo, concretamente. La naviera Aida Cruises, subsidiaria de Carnival Corporation, ha solicitado un préstamo de 400 millones de euros para poder resistir las enormes pérdidas derivadas del amarre de sus buques. Cumple con creces el primer requisito de Berlín para ingresar fondos Covid: “la importancia de la empresa para la economía alemana”. Aida y su matriz tienen pedidos por más de 3.200 millones de euros con el gigante naval Meyer Werft, que para los de Merkel no puede caer bajo ninguna circunstancia.

No importa, por los precedentes, que Aida Cruises sea filial de una sociedad norteamericana, propiedad del magnate Micky Arison. El astillero MV Werften, beneficiario por ahora de 193 millones de fondos Covid, pertenece también a una compañía extranjera. En este caso, a la malasia Genting Group, un emporio dedicado a los viajes y casinos. De hecho, en la declaración de compromiso (verpflichtungserklärung) del préstamo, a la que ha tenido acceso FARO, el astillero firmó formalmente como una “rama” de la sociedad MV Werften Holdings Limited, domiciliada en la calle One Silk de Londres. Los 193 millones, especifica, deberán destinarse a “superar los cuellos de botella de liquidez a corto plazo, para continuar las operaciones del astillero, para satisfacer reclamaciones de proveedores, los costes del diseño de la línea de buques Clase Universal y la finalización del crucero MS Endeavour, que actualmente está en construcción” y que ahora mismo, asumió la propiedad la pasada semana, no tiene fecha fija de entrega

Contrapartida

El Endeavour es de Crystal Lines, propiedad también de Genting. Con los cruceros llamados de clase universal (universalklasse, para hasta 2.000 pasajeros) Berlín trata de amarrar un compromiso de futuro del holding malasio con el astillero Werften, aunque no exista demanda a día de hoy para ellos. La petición de Aida Cruises, como ha difundido el medio local NDR, ha sido tramitada por las entidades Goldman Sachs y JP Morgan. Si el Ministerio de Economía federal accede a la solicitud, deberá notificar la operación al departamento comunitario de Competencia, toda vez que el límite para no hacerlo –en el caso de las partidas antiCovid– es de 250 millones de euros. Países Bajos no lo ha hecho, como ha publicado este periódico, con el salvavidas lanzado al astillero Royal IHC, al que ha inyectado 400 millones de euros. Fuentes oficiales de la cartera de Margrethe Vestager eludieron pronunciarse sobre este rescate y su legalidad a preguntas de FARO. El clúster gallego del naval (Aclunaga) ha remitido ya una carta a Bruselas para cuestionar sobre esta batería de ayudas públicas de Berlín y Ámsterdam al sector, que ascienden a 655 millones de euros.

Alemania ha desvelado ya el importe del préstamo concedido a German Naval Yards Kiel, aunque no ha hecho pública todavía la carta de compromiso. La atarazana ha ingresado 35 millones de euros para reforzar su capital. Al igual que con Werften, la compañía ha percibido una línea de recapitalización con fondos líquidos, sin haber echado mano de la de avales. Lo único que había trascendido hasta ahora de esta última operación es que el salvavidas sería “millonario” y de “dos dígitos”. Antes de la de Kiel, las operaciones validadas por Alemania y Holanda en ayudas al naval ascendían a 620 millones de euros, tal y como desveló FARO, con beneficiarios ilustres como Grupo Damen, Royal Huisman, Thecla Shipyards o Veka.

El espaldarazo a Aida Cruises es un soporte colateral al gigante Meyer Werft y su inmensa red de auxiliares y proveedoras. De hecho, y a través de la sociedad pública KfW IPEX-Bank, Alemania ha acordado el aplazamiento del pago de la deuda a las navieras para evitar cancelaciones de pedidos de cruceros. Durante un año más solo tendrán que asumir los intereses. La compañía de viajes TUI, que percibió otros 150 millones del fondo antiCovid germano, también tiene un pedido pendiente con el astillero Meyer –su filial finlandesa, Turku– por importe de 530 millones. Es el crucero Mein Schiff 7, a entregar en 2023.

Compartir el artículo

stats