El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, consideró ayer demasiado optimistas las previsiones de crecimiento económico, paro, ingresos, gastos, déficit y deuda incorporadas por el Gobierno en el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2021. Según el gobernador, la segunda ola de la pandemia en esta última parte del año restará crecimiento a la economía y aumentará las necesidades de gasto sanitario y por desempleo, al tiempo que demandará nuevas ayudas en forma de prórroga de los ERTE, entre otras.

Hernández de Cos también reclamó un mecanismo de rescate para pymes viables “en forma de recapitalizaciones, subvenciones directas o de reestructuración de deuda con implicación del sector público en tanto que acreedor” (por las deudas de las empresas con la Seguridad Social y la Agencia Tributaria).

Durante su comparencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados para valorar el proyecto de cuentas para el 2021 que ha presentado el Gobierno, Hernández de Cos, además, advirtió sobre el riesgo de contraer en este momento gastos estructurales a su juicio excesivos que puedan condicionar el retorno futuro a la estabilidad fiscal. En este sentido, el gobernador se refirió a la subida salarial del 0,9% prevista por el Gobierno para todos los empleados públicos en el 2021 en un contexto --dijo-- de baja inflación y aconsejó limitarla solo a ciertos colectivos, como el del personal sanitario.

En el caso de las pensiones (que también subirán el 0,9%, según el proyecto de Presupuestos Generales del Estado) estimó que la actualización de las prestaciones de acuerdo con el IPC real, tal como aconseja el Pacto de Toledo, añadirá tres puntos de PIB de gasto en las tres próximas décadas, y por eso aconsejó la adopción de medidas compensatorias actuando sobre los ingresos del sistema, la tasa de reposición o el retraso de la edad efectiva de jubilación.

Escenario más pesimista

El gobernador reconoció el positivo dato de crecimiento del PIB en el tercer trimestre, del 16,7%.

Sin embargo, en el cuarto trimestre la recuperación ha ido perdiendo impulso por el rápido aumento de los contagios y las medidas de contención. “Todo esto nos acerca al escenario más pesimista” que proyectó el organismo en septiembre y que incluía una caída del 12,6% para el 2020 (mayor que la prevista por el Gobierno, del 11,2%) y un aumento del 4,1% para el año próximo (frente al 9,8% a que aspira el Gobierno con el impulso de los fondos europeos).

El organismo monetario también ve optimistas las previsiones del Ejecutivo que incluyen la plena absorción en el 2021 de 27.000 millones de fondos europeos, con un efecto multiplicador sobre el crecimiento económico de 1,2 puntos.

Según el Banco de España, el menor crecimiento cuestiona las previsiones de ingresos formuladas por el Gobierno. Además, puso en duda la oportunidad de abordar en el 2021 algunos de los incrementos tributarios dispuestos por el Gobierno. “Hubiera sido más idóneo retrasar algunas de estas figuras”, dijo Hernández de Cos, sin precisar más.

Déficit público

Con este contexto, apuntó que “existe riesgo de que el déficit público supere el nivel de referencia del 7,7% del PIB” previsto por el Gobierno. Lo mismo con el nivel de deuda pública del 117,4% del PIB previsto para el 2021. “No sería descartable que la ratio de deuda pública tuviera un comportamiento más negativo”, dijo el gobernador del Banco de España.