El caladero de Malvinas, de gran importancia para la flota y la industria pesquera gallega, tiene desde ayer una nueva joya. El Montelourido, segundo arrastrero para Ferralemes LTD, fue entregado ayer en las instalaciones del astillero que ya había construido la primera unidad para el mismo grupo, el Monteferro. En un acto íntimo debido a la pandemia del Covid-19, Nodosa Shipyard botó el buque de 63,7 metros de eslora, cuya contratación fue avanzada en exclusiva por este periódico hace casi dos años.
La maniobra de bajada del barco –engalanado para la ocasión– a aguas de la ría de Pontevedra tuvo lugar a partir de las 13.00 horas. La operación tuvo lugar sin complicaciones y con ella la atarazana completó el buque de 1.500 GT (Gross Tonnage, capacidad de carga del barco).
El Montelourido pasó así a convertirse en el cuarto que fabrica el astillero para el caladero tras el palangrero CFL Hunter (para la firma Consolidated Fisheries) y los arrastreros Monteferro (gemelo de este en cuanto a dimensiones aunque con menos capacidad de bodega y motor) y Argos Cíes, este último para Armadora Pereira. El siguiente será el Falcon, de Pescapuerta, cuya construcción ya está en la recta final.
En la cartera de pedidos el astillero también tiene dos portacontenedores de 36,7 metros para la firma Royal Arctic Line A/S y espera cerrar algún pedido nuevo antes de que finalice el año.
