La actividad económica en España se debate entre un tercer trimestre que ha resultado mejor de lo previsto y un cuarto en el que se observan muestras de ralentización. Esa combinación, sin embargo, no impedirá que la economía española cierre el 2020 por debajo de una caída del 12,5% del PIB, como han vaticinado diferentes entidades. Ese es el análisis que realizó ayer el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, durante la presentación de resultados de la entidad hasta el tercer trimestre del año. “Nuestro servicio de estudios esperaba un crecimiento del 1,5% en el cuarto trimestre. Si esa previsión se mantiene, el tercero, en lugar de bajar el PIB el 12,5%, bajará el 10,6%”, comentó.

“La verdad es que estamos viendo un cuarto trimestre que es peor que las expectativas que teníamos”, dijo. La entidad ha detectado que el negocio que se hace con las tarjetas se ha reducido en las últimas semanas de octubre y espera que ocurra lo mismo en noviembre. Agregando los pagos en TPV con los reintegros en cajeros, los descensos registrados por CaixaBank en octubre se acercan al 6%, cuando en los meses de verano esa actividad había aumentado.

Por otra parte, el Grupo CaixaBank obtuvo en los nueve primeros meses del año un beneficio atribuido de 726 millones, el 42,6% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, tras realizar, durante estos nueve primeros meses, una provisión extraordinaria de 1.161 millones y anticiparse así a impactos futuros por los efectos económicos del Covid-19. Esta provisión se ha mantenido prácticamente estable en el tercer trimestre (1.155 millones a cierre de junio).