Los médicos de la sanidad pública, un 85% según los convocantes, han ido este martes por primera vez en 25 años a la huelga para pedir auxilio contra el abandono en el que desarrollan su labor y tras recibir la "puntilla" con el decreto del Gobierno que permite contratar graduados sin especialidad.

Una huelga que la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) no quería convocar, pero a la que se ha visto abocada después de haberse dirigido hasta en 15 ocasiones al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para exigir la retirada urgente del Real Decreto 29/2020.

Aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 29 de septiembre, el citado decreto autoriza a las comunidades autónomas a contratar de forma excepcional a personal sanitario extracomunitario sin homologación o a graduados sin especialidad.

Este martes por la mañana se han concentrado frente al Congreso de los Diputados varios profesionales para exigir la retirada urgente del "decreto de la infamia", y el secretario general de CESM Amtys, Gabriel del Pozo, ha sido el encargado de leer el manifiesto en el que los médicos avisan de que no van a parar hasta que el Gobierno lo haga.

"Nos vemos obligados a iniciar una huelga general que no sabemos cuánto durará", aseguran en el manifiesto, en el que dejan claro que no piensan permitir ni a éste ni a ningún otro Ejecutivo "desmantelar la sanidad pública".

Los colegios de médicos apoyan los motivos de estas movilizaciones, porque el real decreto "atenta contra nuestro modelo sanitario, que no permite que nadie se quede atrás", ha abundado el presidente del Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM), Serafín Romero.

De cualquier manera, Romero ha querido aclarar que la protesta se ha celebrado con "la menor repercusión" posible en la asistencia a los pacientes. Más bien, se ha tratado de "una llamada de atención".

El llamamiento, que se repetirá los últimos martes de cada mes, va dirigido a los 140.000 médicos de la sanidad pública de los 263.000 colegiados que hay en total en España, y, según la CESM, la convocatoria ha tenido un respaldo del 85 por ciento.

No obstante, las cifras no coinciden con las proporcionadas por las distintas consejerías: la Comunidad de Madrid ha cifrado en un 7,65 % el seguimiento global de la huelga, que en esta región coincide además con una en hospitales convocada por el sindicato de médicos Amyts.

"No queremos cariño, queremos reconocimiento, que se nos valore y se cuente con nosotros; el cariño ya lo tenemos de nuestros amigos y familiares", ha subrayado Rosa Calero, radióloga del madrileño Hospital Doce de Octubre, que cree que el decreto les ha "dado la puntilla", porque vulnera el sistema de especialización y formación MIR español.

A María, neonatóloga del mismo hospital, le ha costado "muchísimo moralmente" acudir al llamamiento. "Que en mitad de un estado de alarma un médico este aquí me produce muchísimos dilemas éticos, pero no nos dejan otra alternativa", ha lamentado para añadir: "Creo que la situación es insostenible".

Por comunidades

La llamada del CESM apenas ha tenido seguimiento en Cataluña, según han indicado fuentes de CCOO a Efe, ya que el principal sindicato de facultativos, Metges de Catalunya, ha dejado a criterio de sus afiliados sumarse o no al paro.

Mientras, el Sindicato Médico de Euskadi (SME) se ha mostrado "bastante satisfecho" por el seguimiento de la huelga, que ha tenido especial incidencia en los hospitales comarcales, aunque "no ha llegado ni de lejos" al 85%.

En Castilla y León, los organizadores han calculado un seguimiento de entre el 65 y el 70%, frente al 10,4% (con 679 facultativos de los 6.504 efectivos disponibles) ofrecida por el Ejecutivo autonómico.

Lo mismo ha ocurrido en Cantabria, donde la incidencia de la huelga ha sido del 14,71% entre los facultativos y del 16,53 % entre los médicos residentes, según datos de la Consejería de Sanidad, mientras que los convocantes mantienen un seguimiento de un 80 y un 90%, respectivamente.

Esta situación se reproduce en Extremadura, donde un 55% de los médicos han secundado el paro, según el Sindicato Médico de Extremadura (Simex), frente al 7% que ha indicado el Gobierno regional.

En Canarias el apoyo ha sido muy dispar, de forma que la Consejería habla de un 8% de seguimiento general, aunque el Sindicato Profesional de Médicos eleva al 40 % en algunas islas; en Baleares, ha alcanzado el 22%, según la Conselleria de Salud.

La Consellería de Sanidade y el Servizo Galego de Saúde han informado de un 5,5% de apoyos a los paros en los centros asistenciales en el turno de mañana, cifra parecida a la de La Rioja, donde han ofrecido la del 5,6%.

En Aragón se reduce al 3% de los facultativos, según datos del Departamento de Sanidad, muy alejados del 80% que refieren los convocantes.

Cerca del 85% de los médicos de la Comunitat Valenciana han respaldado la huelga, y en Murcia, el presidente regional de la CESM en Murcia, Ángel Victoria López, lo ha situado en el 90%; aunque en Castilla-La Mancha los convocantes han reducido el éxito de su llamamiento a solo el 25%.

Sin facilitar datos de seguimiento, el secretario general del Sindicato Médico en Navarra, Alberto Pérez Martínez, ha sostenido que se trata "más de visibilización" que de cifras y ha insistido en que el Gobierno "tiene que dialogar y llegar al consenso, no imponer".

Además, unos 50 médicos de Ceuta se han concentrado a las puertas del Hospital Universitario de la ciudad para protestar por las condiciones laborales y alertar del posible colapso que puede sufrir el único clínico ceutí.

A esta jornada de huelga se sumará una concentración el próximo jueves a las puertas del Ministerio de Sanidad, esta vez organizada por CCOO, dentro del calendario de movilizaciones de la sanidad pública que ha organizado este sindicato.