La imagen de los supermercados con estanterías vacías y carros llenos en la víspera de la declaración del estado de alarma por culpa del coronavirus el 14 de marzo sacudió la realidad de un país acostumbrado a ver ese tipo de estampas solo en países lejanos o en las películas. Las tiendas de alimentación fueron durante semanas casi el único negocio abierto para tratar de aplanar la curva de contagios. Confinados, con más tiempo del habitual y sin la alternativa de la hostelería, la cocina se convirtió en el corazón de muchos hogares y el consumo se disparó, con picos de casi el 35% en las compras en Galicia y de más del 47% en las semanas de abril con la hibernación de toda actividad no esencial. Los datos del uso de tarjeta y TPV evidencian que, aunque con menor acelerón, el gasto en alimentos sigue muy por encima de los niveles del pasado año. En el arranque de septiembre, según el Observatorio Abanca by Ieside, el incremento anual fue del 31%. Tanto la presión sobre la demanda como los sobrecostes para las empresas por las medidas de higiene y protección se nota en la cesta de la compra, que en Galicia acumula seis meses de fuertes subidas de precios con los frescos a la cabeza, especialmente la fruta.
Los alimentos se encarecieron en la comunidad un 2,9% en septiembre en comparación con el mismo mes de 2019. Es la segunda mayor subida de todo el Estado, solo por detrás de Asturias (3%). Van ya prácticamente 72 meses seguidos al alza -solo hubo dos pequeñísimas caídas en enero de 2015 (0,3%) y en junio del pasado ejercicio (0,1%), aunque desde la pandemia el incremento se agravó. En abril llegó al 4%, según el Instituto Galego de Estatística (IGE), por esa demanda sin precedentes en un momento con muchísimos problemas para el abastecimiento por las consecuencias de la crisis sanitaria en los centros de producción y la logística.
Las frutas frescas encabezan el encarecimiento en Galicia con una subida anual del 15,8% en septiembre, la más acusada en la rampa ascendente que empezó en abril con un 9%. El precio de legumbres y hortalizas aumentaron un 5,2% tras dos meses de contención tras las alzas del 8,1% y 6,7% que se anotaron en los dos meses de la crisis. Las carnes de cerdo y conejo rondan el 5%, mientras que el coste del pollo aumentó en septiembre un 2,4%; un 2,1% el cordero; y un 1,2% la ternera. El precio del café, el cacao y las infusiones se incrementó en Galicia un 3,5%; un 2,3% el del azúcar; y un 2% el pescado. Los de la leche y el pan lo hicieron por debajo del 1%. Las conservas, con mucho tirón estos meses, se quedaron en septiembre en el 0,2%.
Los únicos básicos de la despensa que se relajan son los huevos, sin variación, y el aceite, a la baja durante la pandemia y un recorte del 5% el mes pasado.
