Entre 200.000 y 300.000 trabajadores como mínimo se quedarán en paro entre el 1 de noviembre y el 31 de diciembre de este año al decaer el compromiso de empleo de seis meses al que estaban obligadas las empresas que se acogieron a los primeros expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por la pandemia, según cálculos del presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos de España, Fernando Santiago, facilitados a Europa Press.

"Prevemos que haya una gran cantidad de despidos en los próximos meses porque está empezando a decaer ese compromiso, abriéndose la veda del despido", afirma Santiago, que indica además que un porcentaje elevado de los trabajadores que se irán al paro hasta fin de año se debe al vencimiento de dicha limitación jurídica y otro porcentaje obedece a que la última prórroga de los ERTE no mantuvo las exenciones para todas las empresas que ya se encontraban en un procedimiento de fuerza mayor, sino sólo a las de determinados sectores.

A estos 200.000 o 300.000 trabajadores que pasarán a engrosar las listas del desempleo hasta final de año podrían sumarse otros 150.000 empleados a cargo de trabajadores por cuenta propia, ya que, según Santiago, "por cada dos autónomos que caen, se destruye un puesto de trabajo" y la previsión es que desaparezcan hasta 300.000 negocios.

Pero todo esto, precisa el presidente del Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos, sólo sería el primer tramo de despidos que están por venir, pues, según ha explicado a Europa Press, habrá un segundo tramo de despidos hacia febrero-marzo tras producirse la apertura judicial de los concursos de acreedores y un tercer tramo cuando las empresas que se acogieron a créditos ICO tengan que devolver el principal.

Y todo ello, ha señalado, sin contar los efectos sobre el empleo de las restricciones que se están tomando a nivel autonómico para hacer frente a la pandemia, con reducciones de aforo en la hostelería o incluso el cierre de locales.Los abogados laboralistas

Por su parte, expertos en derecho laboral consultados por Europa Press prevén que muchas empresas acaben transformando sus ERTE en expedientes de extinción (ERE) si la crisis sanitaria se alarga.

Raquel Muñiz, socia del despacho de abogados Sagardoy, ve imposible calcular ahora cuántas empresas cambiarán ERTE por ERE porque dependerá de cómo evolucione la pandemia y también de los compromisos de empleo que se adquirieron al presentar el ERTE.

Muñiz, en declaraciones a Europa Press, cree, sin duda, que la mayor parte de los despidos se concentrarán en los sectores más dañados por la pandemia, como la hostelería, el comercio, la restauración y otras actividades vinculadas con el turismo.

"Es cierto que muchas empresas están muy pendientes de los compromisos de empleo para ver cuándo pueden deshacer los ERTE. Con todos los compromisos de empleo es difícil prever cuándo vendrán los ERE", señala Muñiz, que añade que, además de cómo evolucione la pandemia, la evolución del empleo dependerá también de si se prorrogan o no los ERTE más allá del 31 de enero y en qué condiciones.

Según la normativa vigente que regula los ERTE, las empresas que se benefician de las exoneraciones de cuotas por haberse acogido a un ERTE están obligadas a mantener su plantilla durante seis meses, a contar desde la fecha en la que reincorporan a la actividad a su primer trabajador.

La última prórroga de los ERTE establece además que las empresas que reciban las nuevas exoneraciones contenidas en la norma quedarán comprometidas a un nuevo periodo de seis meses de salvaguarda del empleo, aunque si estuvieran afectadas por un compromiso anterior, el nuevo periodo de seis meses empezará a contar una vez finalizado el compromiso previo.

Por su parte, David Reyes, del despacho de abogados Forislex, también cree que los despidos se concentrarán en los sectores más dañados por la pandemia, como la hostelería y los hoteles, aunque avisa de que no hay que perder de vista a otras actividades que, como consecuencia del mantenimiento del teletrabajo, podrían verse afectadas por despidos colectivos, como por ejemplo las empresas de restauración que sirven comidas a empresas o las de catering.

Reyes ha recordado que una de las causas por las que las empresas en ERTE pueden despedir es la de verse abocadas a la presentación de un concurso de acreedores, para el que el Real Decreto-ley 16/2020 de medidas procesales y organizativas para hacer frente al Covid-19 en el ámbito de la Administración de Justicia, estableció unos nuevos plazos que vencen próximamente.

Así, de acuerdo con dichos plazos, el empresario que se encuentre en estado de insolvencia no tendrá el deber de solicitar el concurso hasta el 31 de diciembre de este año. Respecto al concurso necesario, es decir, cuando la solicitud la inicie el acreedor, no se admitirán a trámite hasta el 31 de diciembre las solicitudes presentadas desde la declaración del estado de alarma.

Reyes, en declaraciones a Europa Press, pertenece a un despacho al que acuden principalmente pymes y el sentir "generalizado" es que habrá claros recortes de personal cuando finalicen los compromisos de empleo de los ERTE y las penalizaciones por incumplirlos.

En lo que se refiere a despidos individuales de trabajadores no incluidos en ERTE, desde Forislex se advierte de que hay empresas que no se quieren arriesgar a despedir por causas objetivas y en su lugar recurren a despidos disciplinarios, "acogiéndose a una causa 'light', como la disminución voluntaria del rendimiento del trabajador", por el que aceptan pagar 33 días por año trabajado.