La factura final para las cuentas públicas del rescate de Bankia es todavía incierta ocho años después de su nacionalización, si bien las autoridades económicas españolas llevan años admitiendo de forma más o menos velada que se saldará con pérdidas millonarias. Lo que sí es seguro es que el Estado solo ha ingresado 346 millones de euros por los 24.069 millones que inyectó en el grupo, lo que equivale al 1,4% de las ayudas aportadas. Bankia ha devuelto otros 3.303 millones, pero esos fondos nunca han llegado a las arcas públicas porque han servido para cubrir las abultadas pérdidas acumuladas por su matriz BFA desde el 2015 a causa del desplome en bolsa de su participada.