De la inversión pública se habla mucho estos días tras la aprobación del histórico techo de gasto para los próximos presupuestos del Estado gracias a la importante aportación del Fondo de Recuperación de la UE. A la espera de conocer las cuentas y si el Gobierno conseguirá el suficiente respaldo para sacarlas adelante, la economía sigue pendiente de otro tipo de inyección tanto o más importante en el corto plazo para sanarse de las graves heridas provocadas por el coronavirus. El gasto privado es al tejido productivo lo que la sangre al cuerpo. Y en Galicia van más de cuatro meses con él en niveles previos a la pandemia, aunque muy desigual por tipo de productos.

La tarjeta ya es la primera forma de pago en la comunidad. Supone desde el 31 de agosto el 46% de las operaciones tras un alza anual del 10%, según la actualización del Observatorio Abanca by Ieside elaborado a partir de los datos de los 875.000 clientes de la entidad gallega y sus TPV, presentes en casi la mitad de los establecimientos de la región. El efectivo cae un 11% y se queda alrededor de un tercio de los desembolsos. El online alcanza el 13% (un 20% más de operaciones que el pasado ejercicio) y el X-Pay ronda el 3%.

La eliminación de las franjas horarias para salir a la calle y la reapertura del interior de la hostelería de la fase 2 marcaron un punto de inflexión en Galicia a partir de la última semana de mayo. El efecto Covid se diluyó en el gasto y ahí se mantiene desde entonces. El acumulado de septiembre y lo que va de octubre deja un alza del 2% en comparación con el mismo periodo de 2019, un repunte de la actividad especialmente en las dos primeras semanas de septiembre que el Observatorio Abanca by Ieside achaca a la "vuelta al colegio".

Alimentación y farmacia siguen por las nubes. Se anotan una subida anual del 31% y el 37%, respectivamente, desde que empezó septiembre. El gasto en talleres, parkings, telefonía o vending creció en ese tiempo un 8%. El resto del comercio minorista, en cambio, vuelven a los números rojos tras aumentar un 2% durante buena parte del verano. Ahora desciende un 3% en su conjunto, pero no a todos los segmentos les va mal. El desembolso en estética y bienestar retrocede un 7% y un 12% en productos de deporte. El gasto en hogar sube otro 18% y concentra una cuarta parte de la facturación de todo el comercio minorista gallego. La caída en moda y complementos el del 21%. La hemorragia en el ocio no para: cae un 17%. La bajada, según el informe, se intensifica desde la clausura del ocio nocturno a mediados de agosto. El transporte está todavía peor con un desplome del gasto en las últimas cinco semanas del 28%: