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Liberbank y Unicaja reintentan su fusión, ahora con menos impedimentos regulatorios

Las dos entidades se disparan en Bolsa tras confirmar que mantienen "contactos preliminares" con el objetivo de para crear el quinto mayor banco español por volumen de activos

Liberbank y Unicaja reintentan su fusión, ahora con menos impedimentos regulatorios FdV

Liberbank y Unicaja, los dos menores bancos españoles de cuantos cotizan en Bolsa, confirmaron ayer oficialmente que mantienen "contactos preliminares" para explorar la posibilidad de retomar su proyecto de fusión, que ya intentaron entre mediados de 2018 y mayo de 2019, y que, de materializarse, daría lugar al quinto grupo bancario español por volumen de activos (108.826 millones), solo por detrás de Santander, BBVA, Caixabank (en proceso de absorción de Bankia, con lo que se convertirá en líder en el mercado nacional) y Sabadell.

El nuevo intento de los bancos asturiano y malagueño, que aún no ha entrado en la fase de negociación formal ni cuenta aún con el apoyo de asesores externos, se mantiene en términos exploratorios, pese a lo cual, de seguir adelante, tiene a la vista menos restricciones e impedimentos regulatorios que hace un año. Algunas de esas limitaciones vigentes entonces fueron determinantes en el fracaso del anterior conato de integración porque impidieron que las dos partes pudieran satisfacer de modo simultáneo sus divergentes expectativas en la ecuación de canje de acciones para determinar el peso de los accionistas de uno y otro grupo en el banco resultante. Este desencuentro fue el que precipitó el fracaso hace diecisiete meses.

El Banco Central Europeo (BCE) ha aliviado algunas condiciones limitativas (véase la página siguiente) y esto debería favorecer ahora que los nuevos acercamientos pudieran prosperar sin acabar naufragando como ocurrió el 14 de mayo de 2019.

Tanto Liberbank como Unicaja se mostraron ayer cautelosos. Ambos hablaron de "contactos preliminares" -en los términos que se informó el pasado domingo sobre los indicios de reactivación de las conversaciones-, y aunque ambos dijeron que se está dialogando "con conocimiento" de sus consejos de administración, las dos entidades precisaron que "hasta el momento" no se ha "adoptado ninguna decisión al respecto" y el grupo malagueño agregó que tampoco se ha llegado aún a la fase de dar "participación" en los tanteos y conversaciones a "asesores externos".

Revalorización

Pese a estas matizaciones, los dos bancos se dispararon al alza en la Bolsa, con subidas del 13,58% en el caso de Liberbank (hasta los 0,2635 euros por título) y el 15,14% (hasta los 0,7375 euros) en el caso de Unicaja. Durante la mañana, las revalorizaciones llegaron a ser del 20,69% en el caso del grupo que dirige Manuel Menéndez y el 15,45% en el banco que preside Manuel Azuaga.

De Liberbank se movieron ayer más de 37,4 millones de acciones (1,25% de su capital social) y de Unicaja, por encima de 10,39 millones de títulos, equivalentes al 0,64% de su accionariado.

Tras el cierre del mercado, Liberbank pasó a valer ayer en Bolsa más de 784,99 millones y Unicaja, por encima de 1.185,59 millones. El banco resultante de una eventual concentración de ambos tendría, con el valor de ayer, una capitalización superior a los 1.972,59 millones, algo más de 250 millones por encima de su valor bursátil antes de que trascendieran las conversaciones. Con la valoración de ayer, Unicaja representaría el 60,2% de la fusión y Liberbank, el 39,77%. El viernes, las proporciones eran algo más favorables a Liberbank: esta entidad suponía el 40,12% de la entidad que resultase de una eventual unión y Unicaja, el 59,87%.

Estas estimaciones son trascendentales porque fue en la ecuación de canje donde encalló el proceso anterior. Liberbank reclamaba para sus accionistas un peso en la futura entidad entre el 42% (línea roja infranqueable) y el 45% mientras que Unicaja se plantó en el 60% como condición innegociable para los suyos. Por el peso de los activos al término del segundo trimestre pasado, Unicaja suponía el 57,89% de una hipotética integración y Liberbank, el 42,10%.

De avanzar los contactos actuales, los negociadores harán valer unos y otros criterios junto con otros indicadores más cualitativos cuya consideración también es pertinente para establecer la fórmula de canje de títulos entre los dos bancos, caso de los niveles de solvencia, liquidez, mora, cobertura de riesgos y eficiencia (peso de gastos sobre ingresos), en los que cada entidad intentará hacer valor los que les sean más ventajosos.

Todo ello quedará a su vez supeditado a la auditoría de ambos bancos (la denominada "due diligence") que deberá volver a repetirse con la apertura de los libros de ambos bancos a los analistas y asesores contratados por cada uno de ellos, dado que han transcurrido más de seis meses (en realidad, trece) desde que se hizo en el anterior proceso negociador y porque ambos bancos (como el resto del sector) se han visto impactados desde marzo último por la mayor crisis económica desde la II República.

La recesión causada por la pandemia, el temor a un repunte intenso de la morosidad, la baja rentabilidad bancaria desde antes de la crisis por los tipos de interés ínfimos y el estrechamiento de márgenes y las bajísimas cotizaciones bursátiles (por debajo del valor en libros) están precipitando una nueva ronda de fusiones, iniciada con el anuncio de absorción de Bankia por Caixa Bank para crear el tercer grupo bancario español y el mayor en el mercado nacional.

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