En el año 2007 la factoría de PSA-Vigo alcanzó su récord de producción anual, con 547.000 unidades ensambladas. Y, desde entonces, no había podido rebasar los 54.300 vehículos que, en mayo de ese año, habían marcado su mayor volumen de actividad a lo largo de un mes. Hasta ahora. En plena pandemia. La fábrica comandada por Ignacio Bueno pulverizó este septiembre aquella marca histórica, al alcanzar los 59.900 coches; es un nivel de producción un 10,3% superior a los de hace trece años. Equivale a las unidades que ensambla la factoría portuguesa de Mangualde -con los modelos Peugeot Partner, Peugeot Rifter, Citroën Berlingo Ban, Berlingo y Opel Combo- en un ejercicio completo. Para el patrón de planta de Balaídos han sido tres los factores que han propiciado este hito: "el éxito de los productos que fabricamos en el mercado; el esfuerzo colectivo de los trabajadores, con disponibilidad, buen rendimiento y un eficaz mantenimiento de las instalaciones; y el acompañamiento de los proveedores en esta situación de alta demanda". "Estamos muy orgullosos de este nuevo logro", resumió.
El efecto tirón de PSA ha trascendido al propio sector de la automoción, liderando la caída del paro registrado y sosteniendo buena parte del comercio exterior industrial de Galicia. La fábrica alcanza ya los 7.500 empleados -la mayor cifra en una década- con la incorporación del cuarto turno al Sistema 1, que ha implicado la contratación de 600 personas y que arranca este sábado con la producción del 2008 en sus versiones térmica y 100% eléctrica. Nunca, en sus más de 60 años de historia, la planta había contado con cuatro turnos repartidos en cada una de sus dos líneas. Sus trabajadores ensamblan al día 2.300 vehículos de nueve modelos, y otros 2.400 cada fin de semana de las furgonetas K9 (la nueva generación de Berlingo, Partner/Rifter, Combo y ahora Proace City de la mano de Toyota) y del todocamino V20 (la segunda generación del Peugeot 2008).
"Este nuevo récord de producción mensual se alcanza en un momento de máximo aprovechamiento del potencial de la planta después de la parada ocasionada por el Covid-19, que desafortunadamente este año impedirá a la planta superar la producción anual alcanzada en 2007", destacó la dirección de la compañía en un comunicado. Nueve de cada diez unidades fabricadas en Balaídos se destinaron a terceros países, con Francia, Alemania, Gran Bretaña y Turquía como principales compradores.
