El único impacto de la pandemia en el día a día de Greenalia fue hasta ahora bastante circunstancial. La recién estrenada macroplanta de biomasa de 50 megavatios (MW) en el concello coruñés de Curtis tuvo que ponerse en stand by porque el confinamiento impidió a varios técnicos finlandeses viajar hasta Galicia para participar en la fase de test en la que todavía se encuentran las instalaciones. Recuperada la normalidad, en este tercer trimestre del año finalizarán las pruebas y en el último entrará en operación. "Pero ya estamos exportando energía", aseguró Antonio Fernández-Montells, director financiero (CFO) de la compañía, ayer antes de desgranar el futuro del sector de las renovables como "la revolución industrial del siglo XXI" en un almuerzo en el Círculo de Empresarios de Galicia. Y así está previsto que siga el plan de negocio de Greenalia, con unos 300 millones de euros de inversión entre este año y el próximo, sin demasiados quebraderos porque los proyectos verdes "van a ser uno de los catalizadores para salir de la crisis".

Tras la puesta en marcha de su primer parque eólico en Galicia en diciembre -el de Miñón (Vimianzo), con 24 MW de potencia-, Greenalia tiene todo listo para arrancar el de Ourol (Lugo), de otros 22,5 MW. En los de Alto da Croa, Alto da Croa II y Monte Tourado (28 MW en total) comenzaron ya las obras de urbanización y la intención es finiquitar la construcción a finales de año. Para 2021 está previsto levantar 134 MW en cuatro complejos de aerogeneradores dentro de la hoja de ruta de Greenalia con el desarrollo de 1.000 MW hasta 2023 para conseguir un Ebitda de 100 millones de euros. "El proceso de tramitación sigue su curso habitual, no vemos mayores inconvenientes ahí. También es cierto que tenemos cerca de 3.000 MW y lo que estamos haciendo es ir adelante con los 1.000 más maduros", explica Fernández-Montells, que el pasado año responsabilizó a la Xunta del retraso en sus proyectos a causa de la lentidud de la tramitación.

Con la financiación de los cuatro parques eólicos de 2021 está ahora el grupo. "Indudablemente el Covid nos afecta a todos, a los mercados, pero lo que ha hecho también es identificar a este sector como estratégico, resiliente y casi te diría que refugio", indica el CFO de Greenalia, con "varias alternativas" de financiación que evitarán "que el business plan se resienta por ello". Más que una burbuja eólica, Fernández-Montells vincula el auge del sector "a que los inversores asignan un menor riesgo a este tipo de proyectos por la capacidad de generar flujos recurrentes durante 25 años" y, por tanto, "el valor del proyecto es mayor". Tanto, que "este sector se está identificando como refugio frente al real estate". "Nosotros no especulamos con los derechos de conexión. Tenemos la propiedad al 100% de los parques y el ánimo máximo para ponerlos en marcha -asegura-. Tampoco nos encontramos con un tercero que quisiera vendérnoslos".