La reunión anual de la Organización de Pesquerías del Atlántico Noroeste (NAFO) va a traer de cabeza a la flota pesquera gallega que faena en el histórico caladero. La situación del bacalao preocupa a los científicos y la previsión de establecer un total admisible de capturas (TAC) de tan solo 1.000 toneladas para 2021 (un 87,5% menos) estremece al sector, tal y como adelantó ayer FARO. La Comisión Europea, como parte contratante, tiene mucho que decir al respecto y "se presentará" a la reunión (será telemática por el coronavirus) con un estudio bajo el brazo que apela a establecer otro modelo de gestión de la especie con el objetivo de que mejore su situación y evitar así la disminución de las cuotas. Busca así repetir el caso de éxito que se alcanzó con el fletán en ese mismo caladero. "Hay algunas acciones que se deben priorizar, a lo mejor no centrarse tanto en lo que es el TAC y sí en otras medidas", explica el gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), Edelmiro Ulloa.

El estudio, publicado ayer, se centra en el bacalao de la zona 3M de las aguas que regula NAFO y está firmado por miembros del Instituto Español de Oceanografía (IEO), de su homólogo luso el IPMA, del centro tecnológico vasco AZTI, de la consultora británica MRAG y de centros de investigación de Países Bajos (WUR) y Reino Unido (Cefas).

El objetivo es presentar unas conclusiones a la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG MARE) analizando las "deficiencias del actual modelo de evaluación" del bacalao, desarollando y poniendo varias normas de control de las capturas (HCR, en inlés) y apoyando "el desarrollo del proceso de benchmark del bacalao de la 3M dentro de la NAFO".

Los resultados serán debatidos en la reunión anual de la organización, que se celebrará entre los días 21 y 25 de este mes. Entre las principales propuestas, el gerente adjunto de ARVI destaca el establecimiento de un cierre temporal cada año durante la época de desove de la especie. "De esta manera se protege la especie y las tasas de reclutamiento, es decir, la incorporación de juveniles al stock", indica.

Para Edelmiro Ulloa el ejemplo del fletán es un caso claro de que "no es necesario reducir el TAC" si hay otras medidas que favorecen la mejora de una especie concreta en un caladero. "El fletán está perfecta y genialmente gestionado. Hay una situación buena y se consiguió una estabilidad en la gestión y evitar que un año decidan un descenso de la cuota y se pesque la décima parte", apunta.

Esta mejora en la gestión de la especie debe venir acompañada de una mejora en la recogida de datos, tal y como defiende el sector. Para ello, Ulloa apunta que la flota comercial puede jugar un papel clave. "Nos parecen importantes cuestiones como el hacer un refuerzo científico a través de la flota comercial, que puede aportar datos y llevar científicos a bordo", concreta.

El equipo científico de NAFO hizo sus propuestas para las cuotas del próximo año en base a los datos disponibles y salvo en el caso de la limanda se prevé un descenso en las principales cuotas. En el bacalao sería de ese 87,5%, pero en el caso de la gallineta en la zona 3M sería del 46,1% (quedarían 4.624 toneladas), la merluza un 59,4% (406 toneladas) y las rayas un 49,8% (3.511). El fletán, en cambio, muestra estabilidad al proponer solo una caída del 2,5% (16.498 toneladas).