Con todas las consecuencias de la pandemia, los gallegos optaron por salir menos de la comunidad y concentrar aquí los gastos. Los viajes se redujeron a la mitad. Concretamente, un 38% en el caso de las salidas a otras regiones y un 62% en traslados fuera de España. Entre ellos, Portugal arrasó. Representó el 73% de los viajes frente al 45% del año pasado, según el quinto barómetro de gato confeccionado por el Observatorio Abanca by IESIDE a partir de los datos del 875.000 gallegos con tarjeta de la entidad. La radiografía del 20 de julio al 30 de agosto muestra que la actividad económica se desaceleró hasta situarse en niveles pre-covid y el desembolso bajó un 3,4% en comparación con las mismas fechas del pasado año. Pero si se consideran solo las compras en Galicia, el nivel de gasto de los gallegos es un 2,8% superior al año pasado, "favorecido por el menor desplazamiento fuera de la comunidad".

Por si quedaba alguna duda, el análisis realizado con técnicas de big data también evidencia el impacto de los rebrotes sobre la actividad en las zonas donde fue necesario endurecer las restricciones. En el caso del ocio, la actividad de los municipios afectados llegó a ser 68 puntos inferior al resto de la provincia y un 31% inferior a los niveles del mismo periodo de 2019. La caída en el caso del comercio fue del 9%, mientras que en el resto de Galicia remontó un 8%.