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Alimentación, energía y motor elevan su peso en la industria gallega, con el 60% del negocio

- Las tres aportan ya casi el 60% de la facturación del sector, seguidas de la metalurgia | La industria de la comunidad batió su récord de ventas en 2018 con 43.360 millones

Empleados en la factoria de PSA de Vigo. // Víctor Cameselle

Aunque a la pandemia se le puedan reprochar casi todos lo males del mundo ahora mismo por su inédito y brutal golpe social y económico, una parte de las consecuencias provocadas por la emergencia sanitaria y el parón de la actividad estaban ya ahí, latentes, a la espera de que las cosas se torcieran un poco para aflorar. Otra vez. Porque realmente no es la primera vez que se debate sobre esas eternas debilidades del país, como sucede con la actual estructura productiva. ¿Por qué una región como Baleares soporta una vertiginosa merma de su Producto Interior Bruto (PIB) de más del 40% hasta junio y en Galicia cae un 18%? Porque la primera vive por y para el turismo y apenas tiene industria, mientras que la otra depende muchísimo menos del visitante internacional y sí cuenta con la palanca manufacturera. Pero, incluso así, no hay garantías de estabilidad. La aparición de la Covid-19 pilló a Galicia bajo la alargada sombra del entierro del carbón, la difícil tesitura de las electrointensivas y su principal astillero en la cuerda floja. Suficiente para que la contienda política se discutiese de una crisis industrial. Lo cierto es que el sector venía de superar por fin los niveles previos a la anterior doble recesión, gracias, sobre todo, a tres ramas de las que depende cada vez más. Alimentación, energía y motor concentran cerca de seis de cada diez euros de todas las ventas.

La facturación de la industria gallega ascendió a 43.263 millones de euros en 2018 tras un incremento anual superior al 8%. Son 3.300 millones de euros por encima de la cifra de 2017 (39.919 millones), según los datos que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística (IGE), y 1.360 millones más que el anterior techo de 41.903 millones registrado en 2008. Entonces saltó el crack financiero y dos recesiones que dejaron el negocio del sector en la comunidad con un mínimo de 32.778 millones de euros en 2010.

La recuperación del negocio vino de la mano de varios e importantes cambios en el reparto de la actividad. A la cabeza de la industria está ahora la alimentación. En 2018 acarició los 9.500 millones de euros en ventas, casi un 5% de alza en comparación con el ejercicio anterior. Paso a paso, la industria alimentarias gallega ha ido terreno en la estructura del sector hasta alcanzar el 21,8% del total. Sus tres pilares son las empresas transformadoras de la pesca (3.982 millones), las cárnicas (1.345 millones) y las lácteas (1.052 millones), con la fabricación de piensos muy cerca (1.031 millones) después de una subida anual del 26%.

La energía facturó 1.028 millones de euros más que en 2017, lo que supone un avance del 14,2%, hasta los 8.249 millones de euros. Si la industria alimentaria -y su efecto arrastre en el sector primario- reafirmó su potencial para la economía del futuro en Galicia tras lo sucedido con el coronavirus, la energía renace por el bum de las renovables, en la que Bruselas pone además el foco para sus fondos de reconstrucción tras la pandemia.

La automoción anotó su mejor facturación de los últimos diez años. Fueron 6.957 millones de euros, un 1,8% más que en 2017. Se mantiene como tercer motor industrial de Galicia. De ella salen 16 de cada 100 euros de la facturación del sector. En la categoría de transporte destaca también el naval con 827 millones de euros en ventas y un 13,7% de aumento.

La metalurgia experimenta uno de los saltos más contundentes: 640 millones de euros de negocio, un 11,5% más, con un total de 5.265 millones de euros. Desde la anterior etapa de bonanza, la facturación del sector se disparó un 78%. La fabricación de productos metálicos va también en esa línea: alza del 6,7% respecto a 2017, hasta los 2.122 millones, según el IGE. Pero la variación más llamativa es la del material eléctrico. Alcanza los 827 millones de euros de facturación después de una subida del 78%. Una espectacular transformación que lo ha llevado a situarse entre los principales exportadores de Galicia.

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