Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Barreras busca comprador para retomar los cruceros de Havila

Dice a las auxiliares que es su primera opción, y que serán desguazados si "en unos meses" no cierran una operación | Hubo impagos por 8,2 millones de la naviera, acusa en Londres

Vista aérea de Barreras, con las dos estructuras del proyecto Havila en el centro. // Google Maps

Ya no portarán los nombres de las estrellas Pollux y Polaris en el casco, pero todavía hay opciones para que se retome su construcción y puedan navegar algún día. Ese es al menos el mensaje que ha trasladado Hijos de J. Barreras a las empresas auxiliares del malogrado proyecto Havila, con dos cruceros para Noruega que quedaron a medio hacer y cuyos trabajos se vieron interrumpidos hace más de un año. Hoy solo son moles de hierro de las que apenas se atisba su forma por las proas, que en su día amagaban con otear el skyline de Vigo por encima de los muros de Beiramar.

Con el adiós al proyecto, las subcontratas enterraron también cientos de facturas, que aspiran ahora a cobrar, incluso judicialmente, si no hay acuerdo con la empresa, como publicó ayer FARO. La dirección del astillero les ha asegurado que están buscando compradores para ambos cruceros, con la intención de terminar de construirlos en sus instalaciones. Si se lograra firmar esta operación, la compañía "querría volver a contratar a los proveedores para celebrar nuevos acuerdos", apunta una carta firmada por Douglas Prothero como presidente ejecutivo de Barreras.

Sería una solución parecida a la ejecutada por Factorías Vulcano con su construcción 548, el buque de Trasmediterránea Villa de Teror, aunque en este caso el antiguo astillero adquirió en 2013 un ferri inacabado en la también desaparecida Astilleros de Sevilla. Tardó cuatro años en encontrarle un comprador. El barco acaba de cambiar de manos, ya que Naviera Armas lo ha vendido al Gobierno de Canadá para prestar el servicio marítimo 2021-2026 con Îles-de-la-Madeleine.

Pero Hijos de J. Barreras no se dará tanto tiempo. Si "en los próximos meses" no prosperan las negociaciones para su venta, los cascos, de los que se han ensamblado 19 y 16 bloques, respectivamente, serán desguazados "para dar paso a otros proyectos en el astillero". Continúa pendiente en todo caso la búsqueda de un acuerdo para los acreedores del proyecto Havila. En la misma misiva -en la que Prothero firma con el nuevo director financiero, José Rosado, y es indisimuladamente crítica con la anterior cúpula directiva y los antiguos accionistas-, la compañía da a entender que desconoce el importe exacto de las deudas que tiene con estas auxiliares, y que aspira a alcanzar una "solución" a finales de octubre, sin concretar de qué tipo; quiere comenzar en unos días con el proceso de "verificación" de las facturas.

Las construcciones 1711 y 1710 de Barreras se paralizaron el 5 de julio de 2019 ante los impagos de la naviera Havila Kystruten. En ese momento a los buques se les detectó un sobrepeso de 1.200 toneladas, lo que elevaba su calado por encima de los 5,2 metros y hacía inviable su entrada en la mayor parte de los puertos de la ruta Bergen-Kirkenes. El astillero Tersan Shipyard, al que le fueron adjudicados dos unidades gemelas, optó por cambiar las cubiertas 7, 8 y 9 de acero a aluminio para rebajar el peso. En Vigo se planteó un alargamiento con un reparto salomónico del sobrecoste -a cargo de Barreras, Havila y la oficina técnica Havyard-, pero el contrato fue cancelado el pasado febrero. Tersan se hizo finalmente con todo el proyecto, los cuatro cruceros.

El pleito, en Londres

El conflicto ya está en sede judicial, en el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales, tras una demanda de reclamación formulada por Havila contra la aseguradora Abarca. Esta última ha apuntado que el proyecto se paralizó porque la naviera no realizó el pago de 8,2 millones de euros en los catorce días posteriores a la puesta de quilla. "Si no pagaba, el astillero tenía derecho a dejar de trabajar hasta recibir el pago y reclamar el tiempo perdido como demora permisible, y por lo tanto extender las fechas de entrega", ha argumentado su letrada, Gemma Morgan.

Entre los motivos esgrimidos por Havila para reclamar 36,8 millones de euros -en caso de ganar, Abarca tendría que ejecutar un procedimiento de recuperación posterior contra Barreras- estaba la insolvencia de la compañía, que pidió preconcurso el 2 de octubre. Pero, recuerda la aseguradora, el astillero nunca entró en causa de disolución, sino que solo cursó la solicitud dada la magnitud del agujero patrimonial, pero se trató de una "disolución suspendida". Evitó la quiebra sobre la bocina, el 2 de febrero pasado.

Compartir el artículo

stats