Bruselas aprieta para controlar la actividad de la pesca recreativa en aguas de la Unión Europea y sus efectos sobre las especies y el medio marino. Y el Gobierno se ha puesto las pilas. La Secretaría General de Pesca ha impulsado la reforma de la actividad en aguas exteriores de los pescadores deportivos, con la intención de refundir la legislación de la pesca de recreo en una sola norma mediante la aprobación de un real decreto. La idea que maneja el departamento que dirige la gallega Alicia Villauriz es comenzar con los barcos que faenan en las llamadas aguas exteriores, es decir, en torno a las 3 millas lejos de la costa. La consulta pública lanzada este mes recoge que entre las principales medidas estará la de crear autorizaciones de tipo personal en lugar de por barco.
Tal y como publicó FARO, la necesidad de una mayor control y regulación de la pesca recreativa –o deportiva– es algo que persiguen los propios practicantes a nivel gallego. En la comunidad se viene impulsando desde 2016 principalmente por parte de las asociaciones representativas del sector y por investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Entre los problemas a solucionar identificaban principalmente la necesidad de tener “cifras fidedignas” sobre capturas y personas implicadas, ya que lo único que manejan hasta el momento son estimaciones. De hecho, llegaron a presentar una serie de pautas a nivel estatal centrado tanto en la pesca desde barco como desde muelle.
El texto publicado ahora por Pesca se centra en la pesca deportiva en aguas exteriores y recoge que la finalidad del proyecto de real decreto es “la modificación o aprobación de una nueva norma” para “subsanar los posibles defectos que debido al tiempo transcurrido se han podido constatar en la actual normativa”, además de regular aquellas “nuevas situaciones que de manera generalizada se están dando en el ejercicio de esta actividad”.
La motivación que esgrimen desde el departamento de Villauriz para tomar esta medida se asienta en dos extremos: por un lado, en base a la necesidad de adaptar las normas a los principios básicos de la Ley 20/2013 sobre Unidad de Mercado, al emanar ciertas regulaciones de las comunidades autónomas del litoral; por otro, a la necesidad de ajustarse a las recomendaciones de organismos científicos o de expertos relativas a la observación y control de las pesquerías.
Así, entre los objetivos fijados aparece la refundición de la legislación de pesca de recreo en una sola norma y la adaptación a las variaciones producidas por el paso del tiempo. Y, entre las medidas que más afectan al sector, está el cambio en las licencias y autorizaciones de pesca marítima de recreo para que sean de tipo personal y una mejora de la trazabilidad de la actividad, tanto en capturas y licencias, como en la recopilación de datos.
El impulso para un cambio en Galicia
Asociaciones del sector e investigadores de la USC impulsan desde 2016 un cambio en el sector para tener datos fidedignos sobre licencias y capturas.
Reflotar un decreto de 2012, el objetivo
Expertos y asociaciones se centraron en la idea de reflotar un decreto estancado en 2012, pero la falta de normas homogéneas a nivel estatal frenó la tramitación, como reconocieron desde la Xunta.
Bruselas aprieta y Galicia propone
Como actividad que afecta al medio marino y a las especies, Bruselas reclama datos. De hecho, ya inició análisis sobre peces como la lubina. USC y pescadores realizaron una propuesta de regulación a finales del pasado verano.
La consulta, lanzada por Pesca el pasado día 12 y que permanecerá activa hasta el próximo miércoles, sirve para que aquellos interesados puedan mandar sus aportaciones para la futura norma. Entre ellos está la Federación Gallega de Pesca Marítima Responsable y Náutica de Recreo (Fedpemar). Su presidente, José Antonio Beiro, explica que la normativa nace de la necesidad de “adaptarse a lo que reclama Europa”. “Ya hicimos aportaciones, que esperemos que nos hagan caso, en las que explicamos que si las licencias son personales es difícil, porque ahora van a salir un millón de licencias que no vas a saber si están yendo a pescar o no”, comenta. Las aportaciones gallegas fueron presentadas a través de la Alianza Nacional para la Pesca Recreativa Sostenible (Apers), de reciente creación.
Según una investigación de los investigadores de la USC Pablo Pita y Sebastián Villasante, se estima que en Galicia la pesca recreativa captura unas 7.500 toneladas al año y que existen unos 60.000 pescadores recreativos en Galicia, que en épocas estivales pueden llegar a duplicarse. El sector mueve un negocio aproximado de 100 millones de euros al año.
