El ex director de Pemex Emilio Lozoya compareció ayer ante la Fiscalía General de México, tras ser extraditado desde España por cargos de corrupción, para declararse inocente y denunciar que fue "sistemáticamente intimidado, presionado e instrumentalizado". Lozoya, figura clave en la compra del astillero vigués Barreras por el gigante azteca de los hidrocarburos, está investigado en dos casos de corrupción, uno vinculado a la constructora brasileña Odebrecht y otro a la empresa de fertilizantes mexicana Agronitrogenados. Fue detenido el pasado 12 de febrero en Málaga, si bien finalmente fue extraditado el 17 de julio a México.

El antiguo jefe de la petrolera compareció por primera vez ante la Fiscalía General de la República (FGR) mediante una videoconferencia para que se le haga la imputación de los cargos. "En el momento de la exposición de datos de prueba, demostraré que no soy responsable ni culpable de los delitos que se imputan", afirmó Lozoya al comenzar su intervención, según recoge el diario mexicano Milenio. "Quisiera hacer de su conocimiento, con relación a los hechos objeto de esta investigación, que fui sistemáticamente intimidado, presionado, instrumentalizado", denunció, asegurando que "señalará" a "los autores de estos hechos".

Lozoya reiteró asimismo su "compromiso de colaborar con las autoridades del Estado mexicano" en ambos casos, algo que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, considera fundamental en su cruzada anticorrupción.

Por su parte, el juez de control del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte José Artemio Zúñiga, consideró que todas las pruebas aportadas por la Fiscalía General contra Lozoya son "lícitas" y no advierte violación alguna a sus Derechos Humanos.