La huelga convocada el pasado 6 de julio por el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de Argentina tras la decisión de las empresas pesqueras de recortar la remuneración por el impacto del coronavirus en las ventas de langostino finalizó este pasado fin de semana tras un acuerdo con las tres patronales del sector, que se comprometieron a actualizar el salario básico de los marineros este año y el próximo, mejorar las "compensaciones de producción" y añadir un plus a los trabajadores de buques merluceros, según adelantaron varios medios del país. "Es el camino que debemos transitar para obtener consensos más profundos", valoraron las tres cámaras que aglutinan a las principales empresas y que recibieron el respaldo de otras independientes como Argenova (Nueva Pescanova).

La protesta llegó a bloquear la actividad de la flota de altura tangonera, los puertos y las plantas de producción y las empresas hablan de "millones de dólares en pérdidas" porque en estos momentos están en plena campaña de captura del langostino en el sur del país. Las gallegas Iberconsa y Argenova son dos de las principales importadoras de la zona.