Las medidas encaminadas a reactivar la demanda de vehículos podrían trasladarse en su "gran mayoría" a un incremento de importaciones de China (líder en ventas de coches eléctricos), lo cual no resolvería el problema al que se enfrenta el sector automovilístico español en la actualidad. Esta es una de las conclusiones que se incluyen dentro del último "Cuaderno de Información Económica"editado por la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), donde María José Moral, profesora titular de Economía Aplicada en la UNED, analiza el nuevo contexto internacional, que exige abordar todos los retos pendientes si se quiere que la automoción pueda afrontar con garantías el futuro.

A su juicio, los fabricantes de vehículos en España deberán realizar un esfuerzo importante en la sustitución de su producción hacia modelos de automóviles más limpios que puedan captar a más consumidores para así superar la crisis económica provocada por el coronavirus y recuperar la senda de aumento de las exportaciones que se perdió a partir de 2016. En este sentido, la autora del artículo, recogido por Europa Press, recuerda que el hundimiento de las exportaciones españolas de vehículos a partir del mes de marzo por la crisis del coronavirus ya viene precedido por un periodo de leves caídas registrado a partir de 2016 debido a, entre otros factores, el estancamiento de los mercados europeos de destino, pero fundamentalmente al mix de productos producidos en España, en el que los modelos de diésel representan una parte sustancial y los coches de tecnologías alternativas son "muy marginales", representando apenas el 7% de las exportaciones en 2020.