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El conservador irlandés Donohoe tumba a Calviño para presidir el Eurogrupo

La vicepresidenta y ministra de Economía quedó a un voto de imponerse en primera ronda, pero la retirada del liberal Gramegna permitió al ganador sumar sus apoyos

La candidata española Nadia Calviño charla con el ganador de la votación, Paschal Donohoe.

El ministro irlandés de Finanzas, Paschal Donohoe, del partido conservador Fina Gael, sucederá al socialdemócrata portugués Mário Centeno al frente del Eurogrupo durante los próximos dos años y medio tras imponerse en la última votación a la socialdemócrata española Nadia Calviño. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Economía quedó a un voto de ser elegida en la primera votación (obtuvo nueve apoyos de los diez que precisaba frente a los 5 respaldos que lograron cada uno de sus dos contrincantes), pero la retirada del ministro liberal luxemburgués Pierre Gramegna dejó expedito el camino para que el democristiano Donohoe sumara en la segunda ronda los sufragios que había captado el luxemburgués. Los apoyos explícitos y públicos a Calviño de los gobiernos de las mayores economías europeas (Alemania, Francia e Italia) amén de otros como Portugal, Finlandia y Grecia, fueron insuficientes para la candidata española.

Con la derrota de Calviño, España vuelve a quedar por segunda vez a las puertas de presidir el foro de los 19 ministros de Economía y Finanzas del euro. En 2015 el entonces ministro de Economía con el PP y hoy vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, optó al cargo pero fue derrotado por el socialdemócrata holandés Jeroen Dijsselbloem, que renovó y completó así otros dos años y medio de mandato.

La convención tácita y no escrita que ha venido rigiendo las designaciones de la presidencia del Eurogrupo establecía una cadencia por la que las corrientes ideológicas mayoritarias (conservadores y socialdemócratas) se alternaban cada cinco años. Esto parecía favorecer a Calviño, dado que el socialdemócrata Centeno (ambos, de la Europa meridional) había dejado el cargo a los dos años y medio de haberlo asumido.

España también jugó la baza femenina después de tres presidentes varones (Jean-Claude Juncker, Dijsselbloem y Centeno) al frente del Eurogrupo desde su creación en 1998.

En la configuración de las mayorías (cada ministro de Economía y Finanzas del euro dispone de un voto en el Eurogrupo, con independencia del peso de cada país por PIB y población) se entrecruzaron factores múltiples y no en todos los casos las afinidades ideológicas ni el tamaño de los países ni el carácter meridional o septentrional determinaron los alineamientos. Hubo un juego múltiple de criterios y en ellos no fueron baladíes los intereses económicos.

Los países más renuentes a un presupuesto comunitario ampliado, a la creación de nuevos impuestos europeos para financiarlo (caso del tributo sobre transacciones financieras y la llamada tasa digital) y a un gran Plan de Reconstrucción muy favorable al Sur, con baja condicionalidad y un alto componente de recursos a fondo perdido para hacer frente a la devastación causada por la pandemia, se inclinaron por la opción irlandesa, un país del norte y de baja tributación.

Irlanda, miembro de la llamada Nueva Liga Hanseática, sumó el respaldo del grueso de estos países bálticos y también de aquellos del sur como Malta y Chipre más proclives a la baja tributación. Luxemburgo, Holanda e Irlanda, que se ven cuestionados por sus socios por el trato fiscal benigno que otorgan a las multinacionales, también hicieron causa común. Los apoyos a Donohoe procedieron a su vez de gobiernos por lo general menos predispuestos a una aceleración y profundización de la integración europea.

Órgano informal

El Eurogrupo es un órgano informal de debate y su presidente no tiene capacidad decisoria, pero sí puede orientar las discusiones, decidir la agenda e influir en las prioridades, y esto tiene significación en un foro que tiene por misiones coordinar las políticas del euro y preparar las cumbres europeas.

Donohoe, de 45 años y graduado en Ciencias Políticas y Económicas por la Universidad de Dublín, declaró tras su elección que sus objetivos son "cuidar el euro" como moneda común y superar el actual reto ("grande y profundo") de la crisis. "El Eurogrupo debe contribuir a la recuperación y confío en que tenemos capacidad para vencer", señaló.

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