Si los nuevos brotes que salpican ya prácticamente todo el país no van más allá y las autoridades sanitarias logran mantener a raya el coronavirus sin necesidad de otro duro y generalizado confinamiento, es muy probable que lo peor del golpe en la industria haya pasado. Marzo, con una quincena de crisis sanitaria, dejó una caída del 7,5% en el sector en Galicia. Solo fue un aperitivo amargo. El desplome de abril rozó el 44%, algo nunca visto desde que se mide el Índice de Producción Industrial (IPI). Como se esperaba, la desescalada iniciada en mayo sirvió de amortiguador, aunque la actividad sufrió todavía un fortísimo descenso anual del 33,6%, según los datos publicados ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) y su homólogo estatal, el INE.
Galicia fue la comunidad con mayor retroceso de la producción industrial en abril y sigue entre los territorios con peores números rojos en mayo. Solo Baleares (35,8%) y Aragón (33,8%) le superan, con una merma en el conjunto del Estado del 27,8%. Los efectos de la Covid-19 se llevan por delante la tibia mejoría que el sector experimentó en enero y febrero tras un irregular 2019. En lo que va de este 2020, la bajada acumulada del IPI en la región es del 16%, en línea con el 15,8% de reducción estatal.
La rama con más peso, la energía, protagoniza el único incremento en comparación con mayo del ejercicio anterior. Concretamente, el suministro de electricidad, gas y vapor aumentó un 8,2%. El segundo pilar de la producción industrial gallega son las empresas agroalimentaria. La demanda desorbitada de los consumidores provocó un marzo de locos en su caso (8,5% de alza), al que siguió un mes de contención y, ahora, un mayo con una caída cercana al 20%. El tercer gran motor industrial es la automoción Su operatividad en abril fue residual. El desconfinamiento le permitió recuperar un tercio de su producción -la mayor subida de todas las ramas industriales- y dejar la caída en un 63%.
La fabricación de productos metálicos sufrió un descenso anual del 35,5%, lo que supone una mejora de más de 7 puntos respecto al varapalo del mes anterior. La otra parte del metal, la metalurgia (productos de hierro, acero y ferroaleaciones) contuvo 4,5 puntos su retroceso anterior, hasta el 11,8%. La bajada en la reparación e instalación de maquinaria y equipos se situó en el 31,7%, frente al casi 40% de descenso de abril. El textil sí que no levantó cabeza: otro desplome superior al 92%. El papel deja atrás la buena evolución y registra una caída del 18,8% en la producción.
