BorgWarner, ha anunciado el cierre en 2022 de una planta en la localidad de Tulle, Francia, mientras que en la factoría de Zamáns (Vigo) comienza hoy el periodo de consultas del ERE que, según los sindicatos, afectará a un centenar de empleados.
La factoría gala, situada en la provincia de Corrèze (centro del país), produce módulos de control de las caja de cambios y emplea a 368 personas. Medios franceses explican que los primeros despidos se producirán el próximo año de cara al cese de la actividad en marzo de 2022. Desde la compañía se informó que la decisión viene motivada por una caída de la facturación de un 40% entre 2017 y 2019, además de prever pérdidas de 6,8 millones de euros para este año. El alcalde de Tulle, Bernard Combes, calificó el anuncio como un "terremoto social, humano, económico e industrial".
Por su parte, en Zamáns, y tal como publicó FARO, desde los sindicatos preveían que el recorte afecte a uno de cada cinco empleados tras una caída de ventas del 30%, como reconoció la empresa. Hoy se inicia el periodo de consultas del ERE.
