El Banco de España sugiere en su último informe anual favorecer la formación de los trabajadores afectados por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y permitir, "en algunos casos y bajo determinadas condiciones", compaginar el ERTE con la posibilidad de trabajar en otros sectores o empresas, con el objetivo de "no retrasar" la vuelta al mercado laboral de aquellos empleados de los sectores más afectados por la crisis actual.

"Se ha documentado que la movilidad potencial de los empleados más perjudicados por la crisis es en general escasa, especialmente en la hostelería y el comercio, debido en parte a la limitada intensidad de uso en estos sectores de las tareas asociadas a las tecnologías de la información y las comunicaciones, la escritura, la lectura y las habilidades numéricas", apunta el regulador. Por ello, entiende que "podría ser conveniente" impulsar la formación de estos trabajadores y permitirles compatibilizar el ERTE con un trabajo en otro sector o empresa.

La institución avisa de que aún no se conoce el grado en que las medidas de política económica serán efectivas para evitar daños persistentes en el mercado laboral. En todo caso, afirma que, "dado el carácter relativamente novedoso de los ERTE de fuerza mayor como instrumento de ajuste del empleo en la economía española", existe una "notable incertidumbre" respecto a cómo acabarán resolviéndose las relaciones laborales afectadas por ellos, "lo que también dependerá de la evolución de la crisis en los próximos meses".

"Algunos ERTE pueden retrasar, más que evitar, el proceso de destrucción de empleo", subraya el organismo. En ese sentido, considera que el riesgo de destrucción futura del empleo "estaría más relacionado con los potenciales efectos persistentes de la crisis sobre determinados sectores de actividad que se puedan ver más afectados por las medidas de mitigación de la enfermedad que con desequilibrios estructurales previos".

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha avisado de que las tasas de paro y de temporalidad son muy altas, con un "elevadísimo" coste económico y social. Por ello, la institución ve "ineludible" reducir la elevada dualidad del mercado español, revisando los mecanismos de protección del empleo para compatibilizar la protección de los trabajadores con las necesidades de flexibilidad, y sobre todo para "alcanzar un reparto más equitativo de la protección entre los trabajadores con diferentes modalidades contractuales".

También aboga por prestar atención a los modelos mixtos que combinan la posibilidad de acumular por anticipado en un fondo una parte de los costes de despido -similar a la llamada mochila austríaca- mientras el trabajador mantiene el empleo con una indemnización, en caso de despido, de cuantía creciente en función de la experiencia acumulada. Estas dos propuestas, con un coste presupuestario mayor en el segundo caso, las proyecta para el medio plazo. Por otro lado, ante la presión demográfica, el Banco de España ve necesario abrir un debate "riguroso" para asegurar la viabilidad del sistema de pensiones y recuerda que países como Alemania, Suecia, Italia o Portugal ya han establecido un vínculo entre el nivel de las prestaciones o la edad de jubilación y la esperanza de vida, "opciones que podría ser adecuado considerar en el caso español".

Asimismo, el organismo insta a valorar la conveniencia de fomentar el desarrollo de mecanismos de ahorro privado complementarios al sistema público y aboga por que las empresas impulsen el teletrabajo entre los trabajadores de mayor edad, cuando sea posible, a fin de facilitar la prolongación de la vida laboral.

El organismo cree que existe "potencial" para una mayor implantación del trabajo a distancia en España, pues su uso es aún reducido en comparación con otras economías europeas. Cerca de un 30% de los ocupados podría teletrabajar, al menos ocasionalmente.

Por otra parte, el Banco de España pide "redefinir la cesta de impuestos" y revisar los beneficios y deducciones fiscales.