La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, subrayó ayer que las prestaciones de desempleo que cobren los afectados por un ERTE también son ingresos y, como tal, deben declararse. Lo que también dejó claro la ministra es que el Gobierno descarta cualquier cambio fiscal para que los afectados paguen menos impuestos.

En la rueda de prensa posterior al consejo de ministros extraordinario para aprobar las nuevas condiciones de los ERTE y las ayudas a autónomos hasta septiembre, Montero indicó que "aquellos que los tengan tendrán que contribuir en su IRPF". "Hay que declararlo, es una contribución justa", explicó.

Desde algunos sectores, como el sindicato CSIF, han pedido a Hacienda que excluya de la obligación de declarar a las personas en ERTE que cobren menos de 22.000 euros para que no se vean perjudicados al tener dos pagadores.

Tras el consejo de ministros, Montero también destacó que los dos reales decretos que dan forma a las medidas adoptadas -la extensión de los ERTE y de las ayudas a los autónomos- "favorecen la seguridad de empresas y trabajadores" y ponen las bases para que la recuperación económica llegue al conjunto de los sectores.