La suya fue una declaración cruda, sin costuras. Los administradores de doce sociedades instrumentales utilizadas presuntamente por Pescanova SA para generar facturas falsas -durante al menos cinco años- se presentaron en la Sala como víctimas de un engaño. Unos hombres de paja que, pensando en que les había "tocado la lotería" por haber recibido un encargo de una multinacional como la pesquera, acabaron rellenando el banquillo de los acusados. Ayer fue el turno de su defensa, que repitió, en sus conclusiones finales, la misma tesis. "Pescanova era una sociedad ejemplar, que estaba saliendo de la crisis como nadie. Ideal. Es de esas empresas que casi le dan el sentido a las ciudades donde están radicadas", hiló el letrado de Javier Fernández Corujeira, Javier Retamar y Camilo Rodríguez, Fernando Rubianes. "¿Cómo iban a pensar que les iban a engañar?"
Con su intervención arrancó la que iba a ser la última jornada del juicio oral, que arrancó en diciembre en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Pero las extensísimas intervenciones de todas las partes han imposibilitado cumplir, una vez más, el calendario previsto. La Sala, presidida por Teresa Palacios, ha tenido que habilitar una sesión más: faltan las de BDO, Pescanova SA y el turno de última palabra, que pueden utilizar los investigados si lo consideran conveniente. Rubianes criticó con dureza las defensas que le precedieron en la jornada del jueves, que trataron de desmontar ese el tono de victimismo de Corujeira y sus socios. "El fiscal les retiró la acusación de estafa, no podía afirmar que conociesen el descuento bancario destinado a esta operativa. No por la confesión, asumiendo un papel de depuración procesal que nadie ha pedido. Aquí ha habido un bandidaje inmoral", zanjó el letrado vigués, en una frase que hizo levantar la mirada del abogado de Manuel Fernández de Sousa, Gonzalo Martínez-Fresneda.
Recordó Rubianes, para explicar por qué tres trabajadores de pequeñas asesorías habían accedido a convertirse en administradores de aparentes traders de pescado a petición de Pescanova, en lo que significaba la compañía hace quince años. "Feijóo asiste al premio Grelo de Oro al presidente", dijo, leyendo un titular de prensa de 2007. "Todo eran loas al señor presidente, medallas y homenajes. "¿Tenían que haber dicho que no [al encargo] porque eran muy pequeños? Por favor, la persona que tienen un negocio abierto quiere progresar, no tiene que pensar que cuando entra un cliente por la puerta va a tener gato encerrado". Rodríguez, Corujeira y Retamar llegaron al juicio acusados de un delito continuado de falsedad en documento mercantil y estafa. En suma, el Ministerio Público -y después, el auto de apertura de juicio oral- pedía para ellos siete años de prisión. La segunda acusación ha sido retirada. El escrito del fiscal Juan Pavía sostiene ahora que "procede imponer" a todos ellos, de Vigo, "las penas de dos años de prisión y multa de diez meses con una cuota diaria de 200 euros". Si no tienen antecedentes, y en caso de que el Tribunal atienda el criterio de Pavía, eludirían la cárcel.
