En la web de Adolfo Domínguez está ya disponible un innovador servicio que mezcla "la parte racional y la humana", como explica su presidenta, Adriana Domínguez,Adriana Domínguez que hay en cada compra. De la primera se encarga la inteligencia artificial. Un algoritmo capaz de saber qué es lo que más le gusta al cliente. De lo otro, "de encajarlo con el deseo profundo" del comprador, se encarga un grupo de estilistas que, a modo de "personal shopper", resumirán toda esa información en un pack de cinco prendas que podrán probarse a domicilio para decidir si te las quedas o no.

El proyecto, el primero de estas características que pone en marcha una firma de moda europea, se inspira en otras experiencias parecidas que están funcionando en EEUU para dar respuesta a la falta de tiempo para dedicarlo a las compras y, en paralelo, a la apuesta por la sostenibilidad a través de un consumo racional. ADN, realizado con una empresa que trabaja, entre otros, para la NASA, se estrena en España y para mujeres, "aunque ya os puedo adelantar que hemos recibido peticiones de hombres", avanzó Domínguez esta mañana durante la presentación de resultados de la compañía en su ejercicio fiscal 2019/20.

La innovación, según Domínguez, es la única receta posible para salir adelante ante la crisis del Covid-19. La compañía tiene en estos momentos abiertas ya la mitad de sus 390 tiendas de 22 países y "algo menos del 50%" de sus empleados reincorporados, apunta el director general, Antonio Puente, que confirma que, pese a que las ventas aún están en caída "de doble dígito" respecto al mismo periodo del año anterior, "van acercándose gradualmente a los niveles previos".

Adolfo Domínguez cerró el pasado ejercicio con una facturación de 115 millones de euros tras un incremento del 2,6% y del 5,9% en ventas comparables. El Ebitda acaba por segundo año en positivo, 11,3 millones de euros. Sin tener en cuenta la nueva normativa de contabilidad que obliga a la empresa a retirar el pago de los alquileres de los gastos operativos, el margen bruto sería igualmente positivo, 2,2 millones, el doble que en 2019. por "prudencia", siguiendo "las recomendaciones del regulador europeo" y ante la enorme incertidumbre creada por la pandemia del coronavirus, Adolfo Domínguez ha retirado del balance los créditos fiscales. Esa es la razón de que el beneficio neto, que hubiera sido de 700.000 euros, rompiendo con una década de pérdidas, se sitúe finalmente en -7,8 millones. El grupo ha conseguido acuerdos en el atraso de pagos a proveedores y servicios generales y la condonación de alquileres con los propietarios de locales de calle.

"Trabajamos con diferentes escenarios, pero nos sentimos seguros con las medidas que podemos tomar en cada uno", señaló la presidenta al respecto del futuro posible con la sombra de la pandemia. En caso de un rebrote, Domínguez recuerda "la práctica" aprendida. "Sería más fácil y rápido gestionarlo, pero no deseable", advierte.