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El "skyline" que pudo ser vigués

El astillero turco Tersan está a punto de botar los cruceros para Havila | Fueron contratados al mismo tiempo que los de Barreras, que los perdió

Tersan. // Cedida, Musa Dogan

Havila Kystruten es una compañía de reciente creación que, a partir de 2021, realizará las rutas marítimas entre Bergen y Kirkenes gracias a una concesión del Gobierno noruego. Para ello, y compitiendo con la también local Hurtigruten, proyectó la construcción de cuatro cruceros, con propulsión híbrida de baterías y GNL, todos con nombre de estrella. Castor, Capella, Pollux y Polaris. Los dos primeros fueron adjudicados al astillero turco Tersan Shipyard (Yalova); los segundos, al vigués Hijos de J. Barreras. El contrato con la centenaria atarazana que presidía entonces José García Costas se firmó en octubre de 2018, por importe de 300 millones de euros y 1,8 millones de horas de trabajo. Pero el pasado verano las obras se paralizaron debido a un nutrido cóctel de problemas; no volvieron a retomar su construcción. Lo que en Vigo es un amasijo de bloques -35 ensamblados, y hasta 65 repartidos por las instalaciones del astillero-, en Turquía son ya dos barcos que dibujan un skyline que pudo haber tenido Beiramar. Pero se quedó sin él.

"Van muy avanzados, tanto con esas dos unidades como con las siguientes", exponen fuentes conocedoras de los trabajos en Yalova. El 13 de febrero, como avanzó FARO en su edición digital, Havila Kystruten anunciaba públicamente que había decidido asignar a Tersan todo el proyecto, con los dos cruceros que se habían iniciado en Vigo. "Tiene la capacidad de comenzar el proceso de construcción pronto, y toda la documentación que necesitan, además de la experiencia de los dos primeros buques", anunció entonces la naviera. Era la consumación de un fracaso anunciado, máxime después de que Barreras hubiese consentido la salida de los depósitos de GNL, fabricados (e impagados) por la también noruega Kongsberg, apostados durante seis meses en el muelle de reparaciones de Bouzas. El litigio entre el astillero y Havila, que se celebrará en Londres, se presume largo y complejo. Barreras y la armadora eludieron, a preguntas de este periódico, pronunciarse sobre la judicialización del conflicto. "El astillero -culmina otra fuente próxima a la empresa- tendrá que proceder a un concurso ordenado de achatarramiento" de lo que pudo haber sido.

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