El coronavirus ha obligado a echar la verja a miles de pequeñas empresas e incluso multinacionales en todo el mundo. La norteamericana textil Gap ha cerrado el grifo a sus caseros a la par que las puertas a sus clientes durante el estado de alarma por la crisis del Covid-19 y ha decidido no pagar ni un dólar por el alquiler de una de sus tiendas insignia, la Old Navy. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con la multinacional textil para afrontar el pago de la renta, Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega, presentó el pasado jueves una demanda en el Tribunal Superior de San Francisco para reclamarle el pago de 1,64 millones de dólares (1,5 millones de euros) en concepto de los alquileres de abril a junio del local que la firma de moda Old Navy, una de las cadenas del grupo Gap, ocupa en San Francisco, según publicó la prensa local y recogió El Confindencial.

Se trata de un icónico edificio propiedad del fundador de Inditex cuyo contrato de arrendamiento por parte del grupo textil norteamericano, firmado en 1997, vence en julio de 2023. La sociedad inversora de Ortega compró el inmueble, ubicado en el edificio Pacific Placea, a JP Morgan hace dos años y medio por 475 millones de dólares. Pontegadea es propietario de otros tres establecimientos del grupo, ubicados en Nueva York, Miami y Chicago.

Decisión empresarial

Nada más estallar la pandemia, que obligó a todos los comercios a cerrar sus puertas, Gap adelantó que no pagaría los arrendamientos de sus locales, más de 2.800 en Estados Unido, por lo que la demanda de Pontegadea no será la única a la que tendrá que hacer frente el grupo textil norteamericano. Según San Francisco Business Times, la multinacional se enfrenta a una causa mucho mayor con Simon Property Group, el mayor operador de malls del país, que le ha demandado por el impago de las rentas de 400 locales, y otros cargos por un importe total que ronda los 66 millones de dólares.

Desde el brazo inversor de Amancio Ortega, han rehusado realizar comentarios, tanto sobre el caso concreto de San Francisco -ya que se trata de un caso judicializado- como para aclarar cuál es la situación en el resto de locales donde tiene de inquilino al grupo de moda.