La negociación del Brexit está más enquistada que nunca y la pesca está en el epicentro. A tan solo un mes de que finalice el plazo previsto para alcanzar un principio de acuerdo en la materia, las conversaciones están en su punto más tenso tras la misiva enviada por el negociador británico, David Frost, y la respuesta de su homólogo comunitario, Michel Barnier. La propuesta de un posible pacto pesquero presentada por Londres la semana pasada recibió este martes una respuesta contundente por parte de los 11 ministros de Pesca comunitarios: adhesión al mandato negociador y el objetivo de lograr un acuerdo "sostenible, equilibrado y de larga duración", como indicó el propio Barnier. "La propuesta británica es una auténtica vacuidad, reducirlo a 12 páginas no es un acuerdo pesquero", indica Iván López, representante español de la Alianza Pesquera Europea (EUFA, en sus siglas en inglés). Pero la cuenta atrás sigue y ya no son pocas las voces entre los Estados miembro y también desde Bruselas que apuestan por aplicar concesiones para desenredar la situación. Una vez más, la pesca estaría en riesgo de ser moneda de cambio.
Si bien la UE publicó sus propuestas tras comenzar las negociaciones en marzo, así cómo su interpretación sobre la salida para la pesca o el comercio, Londres no movió ficha hasta la semana pasada. Después de mucho tiempo sin movimientos, Reino Unido publicó de golpe los documentos sobre los futuros acuerdos en diferentes materias y, acto seguido, una carta de Frost dirigida a Barnier con copia a todos los miembros del Consejo a través de su secretario general, Jeppe Tranholm-Mikkelsen.
La misiva de Frost, calificada de "dura" a nivel diplomático por los analistas políticos, recibió respuesta por parte de un Barnier más "comedido" en las formas, pero contundente en el mensaje. "La carta es muy buena, mantiene la unidad del a UE y desmonta lo que le tiene que desmontar a Frost", explica López, que sigue de cerca las conversaciones desde que se inició el proceso de salida.
Y en medio, el documento presentado por el Gobierno de Boris Johnson. Uno de los draft más cortos de los presentados hasta la fecha por Reino Unido (solo los de seguridad de la aviación civil y sobre el traslado de niños no acompañados solicitantes de asilo tienen menos de esa docena de páginas) y en las que vuelve a insistir en posiciones previas, fijando el abandono de la Política Pesquera Común (PPC) para final de año y haciendo efectivo su "recuperación" de sus aguas soberanas ( take back control of our fishing waters).
Entre otras medidas, el Acuerdo Marco de Pesca de Londres fija la necesidad de negociar cada año las cuotas y que sean gestionadas de forma independiente por cada parte o que el acceso a aguas será mutuo contando con los pertinentes permisos. "Parece que hay cierta intencionalidad de ir horadando las posibilidades de pesca de la UE en aguas británicas. No es aceptable", resume López.
Sea como sea, desde EUFA apuntan que las comparaciones realizadas por Londres sobre otros acuerdos como el que existe con Noruega no son aplicables a este caso. "No es lo mismo Noruega, con quien no había relación en su momento y que acababa de extender sus aguas las 200 millas, como con Reino Unido", comenta el representante español de la alianza pesquera. Para López, "es muy difícil deshacer 40 años de crecimiento orgánico en la UE sacando una de esas partes", tan arraigada en zonas como la gallega. "Se percibe un ataque frontal de los británicos", opina el vigués.
Dudas
En su último anuncio, a través de su cuenta de Twitter, Barnier insistía en la necesidad de alcanzar un acuerdo en materia pesquera para poder continuar con el resto de las -ya de por sí- complicadas cuestiones afectadas por la desconexión de Reino Unido de la UE. Lo hizo tras la reunión con los 11 ministros de Pesca comunitarios (el español, Luis Planas, y los de Suecia, Francia, Dinamarca, Bélgica, Alemania, Irlanda, Lituania, Países Bajos, Polonia y Portugal) en la que, sin embargo, también trasladó la posibilidad de iniciar concesiones a partir de la próxima reunión, la semana que viene, según pudo saber FARO.
Esta cesión, la primera en materia negociadora por parte de la UE desde que se confirmó la salida de Reino Unido, también la hizo pública el martes Reuters. Citando a diplomáticas y funcionarios comunitarios, el medio asegura que Bruselas "podría aliviar sus demandas" si Londres también está dispuesta a hacerlo. "Nuestra línea inicial de mantener los términos actuales es imposible de mantener", apuntaba una de las fuentes consultadas por el medio.
Preocupación en el sector
Y en medio de todas situación está el sector pesquero, que acumula preocupaciones en torno al Brexit desde que se oficializó la salida del país de la UE. Agravada también ahora por la diferencia de criterios entre los ministerios, como explican desde la flota, conscientes del respaldo total de Planas y su equipo en el Ministerio de Pesca, pero preocupados por las dudas de Exteriores sobre la importancia del sector en las conversaciones actuales con Londres.
De hecho, fuentes del sector indican que esta diferencia entre ministerios no es exclusiva de España, ya que se da en otros estados miembros ante la falta de avances en las negociaciones. Esta postura debilita a la pesca comunitaria de cara a afrontar los decisivos poco más de 30 día que quedan para alcanzar el deseado acuerdo pesquero con la parte británica.
