La nacionalización de la factoría y la creación de una tarifa eléctrica "gallega" que garantice la viabilidad de la producción de aluminio son las recetas que reclama el Bloque Nacionalista Galego para evitar que el posible cierre de la planta de Alcoa San Cibrao en Cervo (Lugo) suponga "el entierro de toda" la comarca de A Mariña.

Así lo ha expresado la portavoz nacional del BNG y candidata de la formación frentista a la presidencia de la Xunta, Ana Pontón, en una rueda de prensa telemática centrada en la situación de planta que la multinacional del aluminio Alcoa tiene en San Cibrao y que podría estar caminando hacia su cierre definitivo.

En palabras de Pontón, esta planta es "fundamental" para A Mariña y, además, "aborda" la producción" en un ámbito "estratégico" como el aluminio, por lo que "no puede permitirse" el cierre de esta factoría, ya que supondría "enterrar a una comarca entera", máxime en el contexto actual provocado por la crisis del coronavirus.

Por ello, la líder naconialista ha apelado a "poner en marcha toda la presión social" para reclamar el mantenimiento del empleo, un objetivo que, según Pontón, pasa por la nacionalización de la factoría y la creación de una tarifa energética gallega. En este sentido, se ha dirigido a PSOE y PP, a los que insta a aparcar su "pimpampúm" y aporten soluciones desde el Gobierno central y la Xunta, administraciones ambas "responsables" de la situación que atraviesa la factoría de Cervo.

"Estoy segura de que hoy el PP echará la culpa al PSOE y el PSOE señalará al PP. Pero en este momento no hay que señalar con el dedo a los culpables, hay que buscar soluciones", ha incidido Pontón, que advierte de que la "situación límite" de la planta unida al contexto de crisis actual obliga a las fuerzas políticas a "trabajar" para encontrar una solución.

En primer lugar, la portavoz nacional del Bloque ha defendido la intervención pública de la fábrica de Alcoa San Cibrao como "garantía" de que se mantengan los puestos de trabajo. Una solución que, como ha apuntado, "está al orden del día" a nivel europeo, ya que ha sido puesta en práctica y ha resultado "eficaz" en Italia o Alemania, este último país que, con la "máxima defensora del neoliberalismo" Angela Merkel al frente, ha intervenido Lufthansa.

Además de la nacionalización, Pontón ha puesto el acento en que en "un país excedentario" en el campo energético como Galicia "no puede haber puestos de trabajo en riesgo por el precio de la energía".

Por ello, reclama un estatuto del consumidor electrointensivo que permita producir aluminio de forma competitiva en la comunidad. "No podemos nunca dejar caer el empleo industrial, pero menos ante la crisis actual provocada por el Covid-19", ha apostillado.

Asimismo, ha incidido en que, en el caso de que se produzca el cierre definitivo de la planta de Alcoa en San Cibrao, la multinacional debería devolver "todas y cada una" de las ayudas económicas recibidas por las administraciones estatal y gallega hasta el momento, que irían a parar a la renovación y modernización de las instalaciones de la factoría mariñana.

Por último, también se ha referido a la situación de Alu Ibérica en A Coruña (antigua planta de Alcoa), cuyos trabajadores se movilizan este jueves para reclamar compromisos en el futuro de la factoría.

"La situción que hay en Coruña también es preocupante. Apoyamos sus reivindicaciones", ha remarcado Pontón, que recuerda que la operación de venta fue "avalada en su momento" por Gobierno y Xunta y ahora presenta "muchas incertezas".

Frente común para defender los empleos

Por otra parte, el alcalde de Foz (Lugo) y presidente de la Mancomunidade de Concellos de A Mariña, Francisco Cajoto, no ha ocultado su preocupación sobre el futuro de la factoría de Alcoa en San Cibrao, por lo que ha convocado mañana a los demás regidores de la comarca a una reunión urgente para establecer un frente común en defensa de los empleos que genera esa planta industrial.

"Estamos muy preocupados todos los alcaldes de A Mariña. Por las informaciones que nos llegan, podría cerrar toda la planta de Aluminio", dijo Francisco Cajoto, lo que supondría la pérdida de 500 empleos directos, además de los numerosos puestos de trabajo que, de forma indirecta, genera el funcionamiento de esta fábrica en la comarca.

"De Alcoa comemos todos", dijo el presidente de la Mancomunidade y por lo tanto "no podemos prescindir de ella". "Tenemos que defenderla ante quien sea, con independencia de colores políticos. Ante el Gobierno central, para que apruebe ese estatuto de las empresas electrointensivas, y ante la Xunta de Galicia, para que también haga los deberes dentro de sus competencias".