La viguesa Fluimecánica participa de lleno en la construcción de los submarinos españoles que fabrica Navantia en Cartagena. Según pudo saber FARO, las cuatro unidades del proyecto S-80 Plus contarán con sistemas de control realizados por el grupo auxiliar naval, "indispensables para la operabilidad" de los sumergibles. Para poder participar, la empresa empezó ya en 2007 los desarrollos de los equipos, que estarán sometidos a unas condiciones difíciles y, sobre todo, diferentes a las que sufren los equipos que habitualmente fabrican para otro tipo de embarcaciones. El pedido, que supone el estreno de Fluidmecánica en la nueva construcción de submarinos, precisó de numerosas investigaciones y pruebas, en las que también participaron centros tecnológicos de la zona como CTAG o Aimen. "El diseño, integración y validación de los equipos nos ha llevado años de investigación, pruebas y desarrollo", explican desde la firma olívica.
En concreto, se trata de una docena de sistemas por cada uno de los cuatro submarinos encargados por la Armada española. El proyecto, ejecutado por el Gobierno en marzo 2004, tiene un coste total de 3.900 millones de euros, cifra que alcanzó con el paso de los años (el coste inicial era de 1.800 millones) y tras superar diferentes retrasos y problemas, como un exceso de peso que obligó a ampliar los submarinos hasta los 81,05 metros. El período de construcción está previsto que finalice en 2027.
El encargo logrado por Fluidmecánica incluye la fabricación de las unidades hidráulicas para los hidroplanos de cada submarino; bloques para abrir y cerrar válvulas; planta de engrase y bloques de distribución de grasa; unidades de potencia hidráulica; equipos auxiliares para trabajos de flushing y, suministrado directamente por su planta en la zona (Fluidmecánica Sur), los conductos de salida de gases.
"Hemos superado todos los requerimientos y pruebas", celebran desde la firma viguesa, que también explica que tuvieron que adaptar los sistemas a los requerimientos medioambientales o de ruido, entre otros, para lo que se llevaron a cabo pruebas en simuladores.
Contratos
Además de este "estreno", Fluidmecánica también ha logrado su primer pedido de nueva construcción en el sector de la eólica marina. Se trata del proyecto Kincardine Offshore Windfarm, en Escocia, cuyas plataformas también elabora Navantia (en UTE con Windar) en Fene y Cádiz. En concreto, la auxiliar ha fabricado dos chigres de amarre para el Grupo Cobra y acaba de firmar tres más con el cliente final de los aerogeneradores, Global Marine Systems. Las pruebas de ruido de los equipos para Kincardine también se realizaron con el CTAG.
Por otro lado, la auxiliar afianza su ya de por sí fuerte posicionamiento en Rusia. Además de los diferentes encargos para barcos de pesca o pasaje, Fluidmecánica está en plena negociación para suministrar equipos para dos rompehielos nucleares de la clase LK-60Ya. La firma ya participa en el proyecto, que hasta la fecha cuenta con tres unidades gemelas para la que suministró equipos. De hecho el pasado marzo puso en marcha el chigre de remolque para el primero de ellos, el Arktika.
