Precios, paradas, relevos... La pandemia del coronavirus se ceba con el sector pesquero pese a haber mantenido siempre la actividad. Y eso, en la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) lo saben bien. Edelmiro Ulloa, gerente adjunto, valora en esta entrevista la situación del sector y sobre todo las dificultades a solventar en estos momentos. El suyo ha sido un trabajo frenético desde el comienzo del estado de alarma y dice estar "agotado". "Aunque vamos resolviendo algunas cosas hay muchos frentes".
-Han pasado dos meses de estado de alarma, ¿cómo está aguantando la flota pesquera?
-Depende del tipo de flota. En fresco los barcos de cerco siguen con su actividad. Es cierto que el precio del pescado en primera venta no es el que nos gustaría, porque está mucho más bajo que el que luego asumen los consumidores. En algunos casos subió en el punto final de venta y no se corresponde con las bajadas, como pasa a las capturas de la flota de Gran Sol. Siguen faenando con las dificultades añadidas de menos capacidad de descarga en el puerto de Vigo por los requerimientos sanitarios. Esperamos que se recupere la normalidad cuando acabe el estado de alarma. Luego está la pérdida del canal Horeca, que a ver si se empieza a recuperar un poco, porque nos preocupa. Tenemos que agradecer la compra de pescado fresco a grandes superficies como Gadis, Froiz, Eroski, Alcampo y Carrefour, que compran a las flotas gallegas. No hacen lo mismo otras cadenas, que compran fuera.
-¿Y los buques congeladores?
-Siguen pescando, con los problemas de relevo de tripulaciones, que vamos a ver si se van normalizando. Incluso haciendo algo parecido a los atuneros, pero no es fácil, esa flota es más homogénea y solo tienen que ir a un puerto concreto. Nosotros tendríamos que hacer más malabarismos, pero vamos a intentarlo. En lo que es la operativa, además de los relevos, que sabemos que es un sacrificio muy duro, nos preocupan los precios, especialmente en el caso del palangre de superficie, porque se han derrumbados totalmente.
-Y sin embargo, el ministro de Pesca, Luis Planas, dice que los precios medios han sido "razonables.
-Pues en la flota palangrera de superficie no es así y en la congeladora, en algunas especies, tampoco. El precio ha caído porque buena parte del pescado se exportaba a otros mercados de la UE y ahora mismo están paradas. La prueba está en que el mercado del pez espada y tintorera está hundido, es decir, lo venden por debajo del precio de rentabilidad si es que se compra. Luego, si el precio de la merluza pequeña aquí está entre 20 y 90 céntimos o el rape a dos euros, pues qué se puede decir, no parece razonable.
-Con todos esos problemas que tiene el palangre, ¿la flota no piensa en parar?
-¿Y cómo? ¿Qué haces con la tripulación? ¿Paras el barco en Papeeté [Tahití, en medio del Pacífico], lo dejas parado, y dejas a la tripulación de 15 tripulantes dentro sin poder salir? Ahora por lo menos trabajan y generan pescado, esperando que se regularice toda la actividad en general y que a finales de junio y verano puedan retomar las ventas del canal Horeca y del extranjero.
-¿Cuál sería una solución válida para vuestras necesidades de relevo en las tripulaciones?
-Es una buena pregunta, pero la respuesta no la sabemos. Lo ideal sería agrupar para hacer relevos, pero no todos los barcos tienen la misma dinámica o previsión de entrada a puerto. Una flota tan homogénea como la atunera del Índico, que opera en una zona tan concreta, lo tiene complicado, pero es más posible organizar. En una flota como la palangrera no se puede hacer, porque operan desde Uruguay, Namibia, Cabo Verde, Sudáfrica, Mauricio? ¿Cómo se hace? Si hay un barco en Tahití, ¿agrupas a un solo barco? Trabajamos en ello porque habrá que buscar alguna solución.
-Precios y relevos, ¿son esos los principales problemas?
-Son muchísimos: está lo de las tripulaciones, que preocupa mucho, y lo comercial, que es fundamental. Si el pescado no se vende y no se hace por un precio mínimo las empresas no pueden seguir pescando. Si esto pasa, los barcos dejaran de pescar y si no lo hacen no hay pescado. Las armadoras están haciendo un gran esfuerzo, pero en algunos casos las ayudas no llegan, como en las ayudas al almacenamiento para la flota palangrera, que se van a quedar fuera descargas que se produjeron entre más o menos el 15 de marzo y el 20 y algo de abril que se aprobaron. Más de un mes sin cobertura.
-¿Considera que son suficientes las ayudas establecidas para el sector?
-Bueno, hay que ver también cómo serán las ayudas a las paradas temporales, porque tampoco está claro, está en pleno debate. Es complicado el escenario, pero en principio podrían llegar hasta el 30 de junio.
-¿Suficiente?
-Nuestra flota no es muy de parar y prácticamente no ha parado nadie. Los armadores quieren trabajar y que el pescado tenga un precio. Esperamos que se normalice algo a partir de junio, para que se normalicen los mercados, precios y todo lo demás. Las paradas seguramente sirven más para las flotas de bajura o de otras zonas, como del Mediterráneo.
-Porque a diferencia de otras partes de España, los ERTE en la pesca parece que no se extendieron tanto por la flota gallega...
-Es que en otras partes de España pararon muchos. Nuestros barcos de altura, gran altura y bajura, que es el cerco, no paró. Solo pararon a inicio de año y algunos llegaron hasta marzo, pero es lo que hubo aquí.
-¿Cómo de necesario es para el sector que se pueda pasar más del 10% de cuota para 2021? ¿No se van a lograr pescar este año?
-Es importante conseguirlo, probablemente ayude más a la flota de bajura y a aquellas que no hayan estado operativas todo el tiempo. Es un mecanismo que puede ayudar y de hecho en los países del norte cuando Rusia cerró el mercado a la UE pidieron activar el 25% en lugar del 10% y se concedió. Esperemos que ahora también. Es una herramienta más que puede permitir hacer un mejor trabajo.
