"No tenía fuerzas, me tuve que sentar, era incapaz de manejar la toalla del baño". Fue el 24 de marzo cuando el presidente de la Cámara de Comercio de Pontevedra, Vilagarcía y Vigo, José García Costas, acudió finalmente al hospital tras varios días con síntomas del coronavirus Covid-19, con falta de apetito y debilidad generalizada. Permaneció ingresado una semana. Al empresario se le aplicó en Povisa la técnica de decúbito prono (posición boca abajo) para favorecer el trabajo pulmonar, además de recibir oxígeno. García Costas explicó ayer, en una rueda de prensa de la institución cameral -participó por vía telemática, desde su casa-, su mala experiencia. "Si cuento lo que me pasó por la cabeza... No llegué a ir a la UCI, pero estuve bastante preocupado". El también presidente de Grupo Emenasa cumplirá 76 años el próximo 4 de junio. "Espero dejar atrás esto, soy positivo". El resultado de las últimas pruebas fue el más esperado, con el PCR negativo, constataron a FARO fuentes de su entorno.
García Costas ha reservado para su esposa e hijos el primer hueco en la agenda para una cena cuando la pandemia lo permita, como comentó ayer de forma distendida, pero prometió "la siguiente posición" para su amigo y vicepresidente primero de la Cámara, José Manuel Fernández Alvariño, que aprovechó la cita para mandarle ánimos.
