El Tribunal Supremo ha confirmado la nulidad de una cláusula suelo impuesta a un usuario que había pedido al banco un préstamo para comprar su licencia de taxi, con lo que abre la vía a reclamar la cláusula suelo también a los profesionales y no solo a los consumidores.

El Juzgado de Primera Instancia estimó la demanda del usuario, al considerar que la cláusula no superaba el control de incorporación por no haber cumplido el banco las obligaciones administrativas de transparencia, al no haber entregado la Ficha de Información Personalizada (FIPER) ni haber advertido específicamente el notario la existencia de la cláusula suelo.